miércoles, 28 de agosto de 2013

Capítulo 15

27 de Abril

10:00. El colón me está matando.            
El día lunes, llegué arrastrándome al trabajo. Había tenido pesadillas toda la noche. Soñé que Jeremy llegaba a la librería y le decía a mi padre que se vistiera y saliera del local. Mi padre le respondía confundido, que si se tenía que ir así nada más, y el bastardo insensible de Jeremy le tiraba a la cara miles de facturas impagas y una larga lista de deudas… sí, lo sé… estoy demente, paranoica, HISTÉRICA…
 Cuando llegué acá noté mucho movimiento. Poniendo un poco más de atención (por si las chicas me preguntaban algo), vi que junto a Susana, la recepcionista de Meneghello, había otra mujer con mucha facha y que estaba impecablemente vestida.
No fue lo único extraño. Había unos maestros que entraban muebles y otros que sacaban muebles desde la oficina de don Rodolfo Meneghello. Me parece que ahí apostará finalmente su centro de operaciones nuestro nuevo patrón a partir de la semana siguiente.
Cuando conseguí llegar a mi escritorio, don Pelmazo había enviado un correo diciendo que a partir del lunes, teníamos que hacer uso del uniforme de la empresa con carácter de OBLIGATORIO (lo escribió literalmente con mayúsculas).
¡¡Que peste!!... odio los uniformes. Es una manera de las empresas de decirte “Yo soy tu dueño”. Es una violación a mi estilo liberal y anti sistémico. Es una acción violenta la de uniformar a los seres humanos. Es decirles a todos que son exactamente iguales, que nadie puede brillar, que todos merecen quedarse en el nivel del promedio. Es una forma recordarle a los empleados lo que son: empleados, y nada más.
Le mandé un correo de respuesta a don Pelmazo, diciéndole que mi uniforme había sufrido un leve percance. Él me respondió, diciéndome que no me creía y que me quería el lunes con la dichosa camiseta con el logo de la empresa.
¡Hum!... mmm… Me parece que tendré que hacer que la camiseta sufra realmente un horrible accidente con la plancha.
Hoy también ha habido mucho trajín con muebles y equipos computacionales. Benjamín me contó que Jeremy será instalado en un cubículo que armaran el fin de semana largo. También me contó que llegará el martes, porque estaba de vacaciones en el norte. Que nervio. Según estoy viendo, Jeremy quedará en diagonal a mí. Existe la remota posibilidad que nos veamos mucho más las caras de lo que yo realmente desearía. ¡Ops! Don Pelmazo me llama a reunión… voy y vuelvo…

12:28. Don Pelmazo quiso tener una conversación a puerta cerrada conmigo. Me ha comunicado su parecer hacia mi trabajo. Esto lo he sentido como una evaluación de desempeño adelantada.
- Gómez… me parece que este es un muy buen momento para que tengamos una seria conversación.
- Don Pel… (Víctor, Víctor, Víctor… ¡Dios!) Víctor (¡fiuj!)… usted dirá. Lo escucho.
- Gómez… durante los últimos meses he notado que tu entrega hacia la empresa ha sido bastante apática.
- ¿Apática?
- Si… no te noto comprometida con las necesidades de la empresa.
- ¡Ah!
- Hemos estado conversando en Gerencia sobre tu estadía. Y hemos decidido… que una vez que entre la nueva administración, te reubicaremos.
- A qué unidad me pretenderían cambiar… - respondí impasible.
- Eso lo veremos en su minuto si se da el caso. Pero el punto es, que quiero que sepas que tú cargo esta disponible a ser eliminado y por lo tanto, es posible que seas desvinculada. Claro, todas esas condiciones cambiarían, si mostraras más entrega y sobre todo, mayor profesionalismo al momento de trabajar.
- Pero yo soy profesional. Entregada… no lo sé. Solo sé, que tengo muy claras mis capacidades operativas y de producción, y en ese aspecto no tendría que recibir jamás un reclamo – dije con aplomo.
- Si, pero debes ser sincera contigo misma. Acuérdate el error que cometiste la semana pasada, y que si no fuera por Cote, quién sabe hasta donde habría llegado ese error que cometiste…
- Don Víctor, yo no le puedo permitir que evalúe mi trabajo de seis años en esta empresa, por un error de revisión cruzada que se cometió la semana pasada. Es poco ético de su parte y me hace dudar de su opinión respecto a mí, al dejarse llevar por los comentarios que hizo una vendedora. Por otro lado… yo también podría estar haciéndole mis descargos respecto a la falta de compromiso que usted tiene con la gente que tiene a cargo. María José (Cote) me faltó el respeto, en su presencia, a mí y al departamento que usted dirige, y yo no lo vi mover un solo dedo en defensa nuestra ¿o si lo hizo? – el viejo abrió la boca, parpadeó muchas veces y no fue capaz de llevarme la contraria – no, ¿ve? – continué – ahora… si me permite, necesito ir a terminar mi trabajo. Tomaré en consideración sus sugerencias, pero no le aseguro cambios sustanciales… en corto plazo.
Me paré y me fui. Viejo latero. Él se quedó sentado mirándome con cara de pajarraco. Creía que me podría decir lo que se le viniese a la cabeza y que yo diría a todo que sí. ¡Hey! En términos laborales estoy más que clara que soy una muy hábil y experta en lo que hago.
Cuándo salí, me fui a preparar un café. Tenía que celebrar la prodigiosa labia con que mi amorosa madre me había dotado… jejejeje…

16:56. Les conté a las chicas lo que sucedió con don Pelmazo. Todas me apoyaron y alabaron mi correcta defensa ¡Genial!
Después de colación, Berenice propuso salir a dar una vuelta, para bajar la comida. Cuando el ascensor abrió sus puertas nos metimos, sin embargo, comenzó a sonar la alarma de sobre carga. Increíblemente, me tuve que bajar yo, provocando las bromas de las chicas por mi peso excesivo. Cuando se hubieron ido, presione los botones del ascensor nuevamente, pero iban todos llenos. Decidí bajar los cuatro pisos por las escaleras de incendio. Cuando iba en el tercer piso, en una zona del descanso, no me di cuenta que venía una persona subiendo a grandes zancadas. La cosa fue que al estar concentrada en bajar y la otra persona en subir, chocamos de frente, cayéndoseme los lentes los cuales se quebraron (ya que eran de vidrio). Después de haber lanzado un montón de improperios al cielo, noté que la persona con la había chocado me estaba mirando aún:
- Lo siento, estás bien… - dijo calmadamente.
- Si, estoy bien…  - respondí un poco afectada por el quiebre de mis lentes. Son los terceros del año. Estoy gastando todo mi sueldo solo en componer mis lentes.
- Parece que estamos destinados a encontrarnos solo a través de accidentes…
- ¿Cómo? – pregunté algo alarmada.
- Tu eres la misma chica que se resbaló el otro día en la oficina… las nachas – me dijo sonriendo
- ¡Ah!... eres tu… lo siento, sin lentes no veo del todo bien y no te he reconocido. Que mala coincidencia en todo caso…
- No, en realidad no… no me parece tan mala – dijo en tono algo divertido, lo cuál me hizo vacilar un poco – trabajas en Ferreterías Meneghello. Me llamo Arturo Mollins.
- Mm… si… lo sé… usted será mi próximo jefe. – trágame tierra, trágame tierra.
- No me trates de usted, por favor.
- Genial… porque me incomodaba mucho el “usted”…
- Bueno… eee… me tengo que ir… un gusto volverte a ver… eee…
- Si, igual… nos vemos, adiós… - yo había bajado un par de escalones, aún lamentando la quebrazón de mis lentes, cuando de pronto escuché que alguien me hablaba.
-  Disculpa… pero… ¿cómo te llamas?
- ¡Haij! Aún estabas parado ahí… que susto… ¡uf!... ¡ja!... eee… Gabriela… me llamo Gabriela Gómez - dije con una mano en el pecho. 
-  No fue mi intención asustarte - dijo sonriendo -. Que tengas un buen día Gabriela. ¡Ah! ¿Y te parece que el lunes veamos lo de tus lentes?, los he quebrado yo, así que me gustaría mucho hacerme cargo de este accidente. Me siento responsable…
- Mmm… el lunes lo conversamos… ¿te parece?
- Está bien, el lunes… ahora sí… que tengas buen día, Gabriela.
- Igualmente… - dije devolviéndole la sonrisa.

Él continuó subiendo las escaleras de dos en dos. Yo las bajé lentamente. Me entretuve recordando la conversación reciente con el que será mi nuevo jefe. Y resumí total y absolutamente convencida que… Arturo Mollins es el hombre más jodidamente atractivo con el que me ha tocado chocar… dos veces… en toda mi vida… mm…

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Próximo capítulo: ¡LUNES! y recuerda que a partir de la primera semana de septiembre las entregas serán tres veces por semana: lunes, miércoles y viernes ¡L@s espero!

domingo, 25 de agosto de 2013

Capítulo 14

24 de Abril

12:00. Estoy muy demasiado nerviosa. Con los pelos de punta. Se supone que quizás esta semana, llega Jeremy. Me muero de pánico y de curiosidad.
¿Cómo estará? Quizás más gordo… más viejo de seguro. Con barba… ¡Oh! ¡Horror de horrores! Se me acaba de ocurrir que quizás… se casó. ¡Uf! Pero ¿Por qué sigo pensando en este bastardo como si fuera el amor de mi vida? Estúpida Gabriela, estúpida.
Me suelo comportar como una niña de jardín infantil. Sé que debería tener más confianza en mi misma… que no debería dudar de mis capacidades… tengo mucha gente a mi alrededor que me quiere. Debería tenerme más fe…
El viernes fui a la feria del libro usado que esta en Providencia. Estuve viendo algunos libros que me parecieron bastante interesantes. Carla me había recomendado que comprase uno de autoayuda, uno donde se hablara de la autoestima y de cosas similares. Me recomendó al escritor Paulo Coelho. Mientras paseaba mi mirada por las mesas donde tenían dispuestos los títulos, a precios realmente irrisorios, di con uno que quizás me ayude, “Aumente su autoestima”, del doctor Lair Ribeiro. Lo compré, aunque no muy convencida.
Supongo que si es uno de los géneros que más se vende en el mundo, porque no podría servirme a mí.

15:00. El libro me duro dos páginas. La verdad es que no sirvo para este tipo de literatura. Es siempre tan extrañamente obvia en los consejos que dan. Me parece que en mi caso, debería tener una visita con un psicólogo.
Ok. Retomaré la lectura nuevamente…

15:13. No definitivamente mi cabeza anda en otro lugar. Mis preocupaciones  están girando en torno a: Jeremy.
Este ha sido un día perdido…

15:18. He pensado en llamar a una de las chicas, para charlar un poco de cosas triviales. Llamaré a Berenice…

15:32. Ok. Berenice no contesta. Cristina fue de paseo con los niños y su esposo. Carla iba de salida a dejar a su hijo a la casa del papá del niño.
Me aburro como una ostra…

15:34. Creo que voy a echarle un ojo a las revistas de decoración. Tengo que ver de qué color pintaré las paredes interiores del departamento. Intentaré pensar en positivo, solo para calmar mis nervios.

15:38. Me preguntaba… mmm… qué sentirá tener tanto dinero. Estaba hojeando la revista de Vivienda y decoración de años anteriores y he dado con unas fotografías de le hicieron a la casa de descanso de la familia Mollins. Debe ser fantástico tener una fortuna como la que amasa el magnate de mi nuevo jefe. Tener acceso a lo que se venga en gana, cuando se desee. Es quién toma la sartén por el mango siempre.
A parte, se nota que tiene un éxito arrollador con las mujeres. Ya me imagino cómo habrá reaccionado la Cote el día de la reunión. Debe estar pensando en aumentarse los implantes. Atrapar a un multimillonario debe ser realmente toda una hazaña. Creo que a varias de las de ventas se les ha despertado el hambre con el nuevo dueño.
En los últimos rumores, que los escuché el día viernes, nos enteramos que se instalaría en las oficinas del Meneghello. Fue algo inesperado porque se decía que continuaría supervisando las nuevas acciones desde su oficina, en Las Condes. Pero al parecer quiere conocer bien el negocio y necesitará más tiempo…
Creo que me dormiré una siesta…

21:13. He decidido pintar las murallas, de color violeta. Adoro ese color. Quizás un murallón violeta claro y en contraste el otro dos tonalidades más oscura. Ese color me gusta y me relaja…

22:03. Uuuff!!... la curiosidad me mató. Ingresé a mi cuenta en Facebook y me dio por mandar invitaciones para hacer amigos con diferentes escritores, periodistas, editoriales, etc. Pero de pronto se me ha ocurrido hace algo muy, muy malo para mi salud mental. Busqué a Jeremy… y… LO ENCONTRÉ… pero no me atreví siquiera a ver las fotos que tenía habilitadas… bueno…miento… alcancé a ver una sola… una donde salía una perrita… ¡nefasto!... no puedo ser tan aterradoramente psicópata. No puedo ser tan kamikaze con mi corazón.
La verdad es que no pude seguir apretando la flechita para ver más fotografías de su gran vida en Perú… no… Argentina, que tonta… se me cruzaron los cables de pronto.
Me perturba toda esta situación. No puedo dejar de imaginar nuestro encuentro cuando llegue…
¡Oh!... papá quiere que conversemos… tiene mala cara. Cuando algo lo preocupa se le pone una profunda arruga horizontal en la frente…

23:08. Muero de sueño. Acabo de terminar de charlar con papá. Me ha contado que está un poco complicado con el asunto de la  librería.
Resulta que muchos de los locatarios están desistiendo de oponer resistencia a la empresa inmobiliaria que los quiere sacar. Ayer tuvieron una reunión con el comité y de los 28 que se resistían, cinco han tenido han comenzado a negociar.
Papá me ha contado que lo que la Inmobiliaria desea, es expropiarlos para derribar el edificio y construir un Mall. Para eso se han estado organizando, y ya establecieron contacto con una firma de abogados, para que los represente. Me parece un espanto lo que esta sucediendo. Esa zona está llena de construcciones de la época de la colonia, son un tremendo patrimonio cultural. Yo no sé para qué desean seguir levantando feas y frías construcciones.
Papá está bajo una dura presión. Por un lado, no desea dejar el negocio que tiene toda la una tradición familiar, pero por otro las deudas le están comiendo los ahorros que le quedan.
Yo le dije que, si lo deseaba, podíamos usar el dinero que tengo para el departamento para solventar los gastos de los abogados. Me ha dicho que no es necesario. Pero no lo sé… este tipo de cosas me hacen dudar de mis caprichos. Me pongo a analizar, que ese dinero puede servir para una buena causa y… ¡haij!… estoy cansada… me voy a dormir… quizás durante el sueño logre aclarar mis decisiones finalmente.

Que día más confuso…

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Próxima entrega: ¡miércoles!

Nota: Amigas, a petición de lectores que siguen mi novela, les cuento que a partir de la primera semana de Septiembre las entregas serán tres veces por semana: lunes, miércoles y viernes. Espero les guste esta noticia :-) Cariños y nos estamos leyendo...

miércoles, 21 de agosto de 2013

Capítulo 13

21 de Abril

14:18. Las chicas aún me presionan y me retan por haber llegado atrasada a la reunión, y dicen envidiarme a la vez por mi supuesta buena suerte.
Bueno… me enteré que el tipo que me había ayudado a ponerme de pie, resultó ser nada más ni nada menos, que el nuevo dueño de las Ferreterías Meneghello. Por las muchachas supe, que antes que me ayudara, se había presentado formalmente ante todo el grupo y se había excusado por no poder participar en la reunión ya que tenía otros compromisos previamente asumidos. Así que había dejado a una malhumorada Abogada en su representación.
Las chicas me han interrogado millones de veces para que les cuente la misma jocosa historia. Se ponen bien tontas a veces…
- “Nachas” ¿cómo no se te ocurrió otra palabra Yiyi?…  ¿cómo no te diste cuenta que era él?… - me apostilló Cristina por centésima vez.
- Por que no sabía que era él… además, para qué me siguen con la misma cancioncita, si no fue nada extraordinario…
- Puchas… - se quejó Carla haciendo un puchero– me habría gustado que eso me pasará a mí…
- Ese día – la interrumpió Berenice -, después que se disculpó, me causó tanta gracia como reaccionaron todas… Yiyi, pero te lo juro TODAS suspiraron al mismo tiempo después que el tipo se dio media vuelta y se marchó… fue tan divertido… jajaja…
- Yo creo que la Cote, le echo el ojo… viste cómo lo saludó, como si fueran amigos entrañables…
- Ah… sí  - señaló Olguita –… es cliente de ella. Pero ella no lo conocía personalmente… no viste la cara que él puso cuando la patuda se le acercó y lo saludó de beso y todo… Ella trata con otra persona para los contratos de productos… no tiene nada que ver con él…
- Pero igual. Ha hecho creer a todos que ha sido ella la que contactó al Señor Meneghello con los Mollins… - le objetó Cristina.
- Pero todos sabemos que es mentira – dije con sequedad –. No hay que tener dos dedos de frente para darse cuenta que estos negocios ocurren en una esfera bastante más alta e inaccesible que el departamento de ventas… habría que estar muy trastornado para creer el discurso que ella anda divulgando.
- Pero tu jefe lo cree – me respondió Carla.
- Pero mi jefe, es la excepción a la estupidez, no es la regla de los integrantes de la empresa… mi jefe es un entero Pelmazo.
- Verdad que te retó ese día, después de la reunión.
Era cierto. Me llamó y me regañó peor que a una niña de ocho años. Yo traté de decirle que me había caído y todo eso, pero no hubo caso. Me dijo que estaba “más arriba de la coronilla” de mis mentiras. Lo cual me impresionó, porque yo a él no le he mentido nunca. No me veo en la necesidad de tener que hacerlo. Cuando llego atrasada, siempre le digo que me he quedado dormida, cosa que generalmente es cierta. El caso es que siguió hablando solo, y me lanzó una advertencia: si seguía llegando tarde… me despediría.
Ni modo…

17:54. Me había olvidado contar las novedades de mi posible compra del departamento.
Ayer mis padres, Pablo y yo, nos juntamos con la señora Patricia Guarello, para que pudieran conocer las instalaciones. La actual dueña me dijo que analizaría la contrapropuesta que le hice y me daría una respuesta la semana siguiente. Me confidenció que aunque tenía otros interesados, estos eran solo por el arrendamiento. Así que yo era su primera opción por ahora, lo cual me parece estupendo.
Mi hermano chico le corroe la envidia… jejeje… así me lo hizo saber, cuando la dueña salió un rato para contestar su celular.
- Tienes una odiosa buena suerte, hermanita…
- Demasiada suerte diría yo… - dijo mi madre estirando la nariz por el balcón – ¿Gabriela, estás segura que este negocio es legítimo?
- Si… claro, es todo serio ¿no ve que esta la dueña afuera?
- Si… es solo… qué…mm… - dijo mi madre entrecerrando los ojos, y poniendo cara de investigadora. Le faltaba la pura lupa.
- Puede ser que así sea, pendex - dije volviéndome a Pablo -… en todo caso, si ella no acepta lo que le propuse, me tendré que quedar con las ganas.
- Pensaste lo del hipotecario…
- Claro… pero tanto tú como Claudio, me han aconsejado que no lo tome si no es estrictamente necesario… así que me parece que seguiré los consejos…
- ¡Wow! – dijo con espanto -, y ese cambio… me asombras hermanita… lloraría si tuviera lagrimales… papá, qué experimento hizo esta vez en la casa que la está haciendo entrar en cordura…
- Mocoso desagradable… - le dije lanzándole un puñetazo al hombro.
- Marlon y Esteban, te mandan saludos – me expresó después de que papá interviniera en los golpes que pretendíamos comenzar a darnos -. Me preguntaron que cuándo le harías una visita en el salón… dicen que se mueren de ganas de sacarte la fealdad…
- Jajaja… diles que vivo bien con ella… pero que quizás me deje caer un día para que me cuenten las últimas novedades de la Socialité...
Marlon y Esteban, son los socios de mi hermano en el salón de belleza. Son Gay y son pareja. Son geniales y divertidísimos. Hace tiempo que no voy a visitarlos. En realidad lo dejé hacer cuando comenzaron a entusiasmarse con cortarme el pelo. Echaron rienda suelta a su imaginación y me mostraron miles de posibilidades para verme más alta y ejecutiva… o más alta y sensual… o más alta y delgada… etc., etc. Cuando vi un par de tijeras al lado de mi oreja, me despedí y me fui a la velocidad de la luz…
Mmm… mi hermano siempre a dicho que el tema de la sexualidad lo ha tenido confundido. Dice, en tono bastante divertido, que no sabe si decidirse por las mujeres o por los hombres. Así que tomó la opción de la Bisexualidad.
Antes, cuando llegaba a su departamento/galpón y veía saliendo a una mujer, le preguntaba si aún estaba saliendo con su pareja hombre, y siempre me decía “Quise cambiar… aburre el sexo igual”. Mmm, nunca supe si me lo decía en serio o en broma.
Mis papás se lo toman con un poco de humor. Mamá, le aconseja que siente cabeza, le dice que no será joven toda su vida y que sería bueno que encontrara una mujer que lo acompañara. Claudio le responde siempre lo mismo “Mamá… soy un artista… tengo que probar todo lo que la vida me ponga por delante… o por detrás”… mamá se pone morada y generalmente se va…
- Y en el amor, hermanita… qué cuentas…
- Sin comentarios al respecto.
- ¡Buf!... oye – dijo susurrándome al oído – no quieres que te presente a una minas… te harían re-chupete…
- ¡Haij! No, no seas leso… mi opción sexual está clara. Pero gracias por el ofrecimiento…
- Bueno… cualquier cosa me avisas – replicó guiñándome un ojo -… en todo caso, pienso que deberías conseguirte un tipo por ahí, para que te quite el mal humor. Te vas a poner frígida y amargada si no practicas…
- Pendex, déjate de hablar tonterías…
- Oye… y ese tipo de la biblioteca pública… ese que te había echado el ojo…
- Se casó…
- Uu… era lindo… para ti digo…
- Nada, nada - dijo mi madre apareciendo por una de las puertas de las habitaciones del departamento –… Gabriela, no ha sido criada para que se casé con un bibliotecario. Gabriela no se puede conformar con el primero que le cuente el cuento de la vida feliz o la agasaje con chocolatines o florecillas que no garantizan la creación de una familia estable y productiva… es profesional, independiente, totalmente libre y puede darse el lujo de elegir al mejor hombre para compartir su vida. Ojalá sea rápido eso sí… solo espero que te cases antes de que llegues a la menopausia, porque me gustaría ver nietos… ¿si?...
Mamá me sobreestima… encontrar un hombre como él que ella quiere para mí, es como encontrar una determinada aguja, en un enorme cajón de agujas. Además, para qué mirar tan alto, si yo no tengo tantos logros importantes en mi vida… mmm… otra vez mi baja autoestima me está haciendo tener pensamientos pesimistas con respecto a mi misma… ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué seré tan insegura? ¿Eh?
Mmm… si mamá supiera que no me creo el cuento de nada de lo que dijo. Si mamá supiera tantas cosas sobre mí y mis relaciones con el sexo opuesto…
Quizás debería aceptar la propuesta de mi hermanito… mmm…

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domingo, 18 de agosto de 2013

Capítulo 12

18 de Abril

12:09. ¡Oh! Pero que cansada me siento. Anoche me quedé más de las horas esperadas despierta. La verdad es que más que analizando la propuesta, me dio por crear el diseño de interiores de mi posible nuevo palacete…
Para mala suerte mía, hoy por acá ha habido bastante movimiento. Muchas reuniones a puerta cerrada y cotilleos varios en los rincones de la empresa.
La única que parecía estar ajena a todo, era la Cote. Estaba muy de pierna arriba, conversando con sus compañeras, con más altanería de lo que nos tiene acostumbrados.
Benjamín, me dijo que antes de que yo llegara (llegué a las 9:30), don Pelmazo había dicho que tendríamos una reunión por la tarde, así que teníamos que estar a las 14:30 si o sí en nuestros puestos de trabajo.
Berenice, Cristina, Carla, Olguita y yo, nos enfrascamos en una conversación vía correo electrónico. Que por alguna razón comenzó con los problemas de la empresa, siguió con los posibles despidos y no sé por qué terminamos hablando de temas sexuales.
Las chicas me contaron que antes que llegara, todos los jefes, gerentes y sub gerentes, habían tenido una reunión a puerta cerrada. Por lo que me preguntaron si al llegar, había visto algo raro.

De: Gabriela
Para: Cristina, Carla, Berenice, Olga
Asunto: Crisis empresarial
Algo raro ¿cómo qué?
Atentamente,
Gabriela Gómez.
Asistente de Computación.

De: Berenice.
Para: Cristina, Carla, Gabriela, Olga
Asunto: Crisis empresarial
Enchúfate pues plancha de campo.
Algo raro, como correr sangre por debajo de las puertas de la sala de reuniones, alguna puñalada, algún gerente con un ojo amoratado, un vidrio roto, un condón en el pasillo… no sé pues… movimientos extraños.

De: Cristina
Para: Berenice, Carla, Gabriela, Olga
Asunto: Crisis empresarial
Yiyi,
Por si no lo sabías, tenemos una crisis en la empresa.
Ahora… sabemos que desde tu lejana estadía en la luna, se te hace imposible vivir con nosotros los terrícolas.
Pero ya está… eres parte de esta humanidad, así conéctate…
Saludines…
Cristi.

Carla, mando un escuálido “Jajaja” y Olguita dijo que no me molestaran más.
No pude contestarles, por que don Pelmazo nos llamó a la sala chica para una reunión de la unidad.
Con toda formalidad, nos informó (y confirmó) que la empresa iba a ser vendida a un grupo empresarial. Nos dijo que por la tarde nos darían más detalles, pero que a grandes rasgos era eso lo que estaba pasando. Dijo que la nueva organización tenía el firme propósito invertir fuertes sumas de dinero, para convertir a la empresa en una de las más importantes y competitiva a nivel nacional, y que quería entrar a la pelea,  en captación de clientes, con empresas como Home Center. ¿Cambios? ¿Si esos cambios nos afectarían?, posiblemente si. Contó que también venían con la intención de ampliar y potenciar algunas unidades, entre ellas la nuestra. Entonces hizo otra confirmación.
- Recuerdan a Jeremy Vega. Bueno… él viene a hacerse cargo de la Gerencia de Productos y a añadir las nuevas tecnologías.
- Y ese no estaba en Argentina, jefe – preguntó Cristián.
- Si, pero volvió hace unos meses. Lo contactaron, le ofrecieron un cargo y un sueldo excelente y vuelve. Para bien de unos, y mal de otros – dijo manteniendo una sonrisa que me pareció forzada.
- Y para cuando el flamante arribo… - preguntó Cristián, con una cierta entonación que se me hizo bastante similar a la de la envidia.
- Pues, de aquí a fines de este mes o principios del siguiente, veremos cambios varios… pero no mas lejos de esas fechas… la Compañía nueva se viene con mucha fuerza, así que a ponerse las pilas – cuando dijo esa última frase, lo hizo directamente mirándome a mí… mmm…
Fines de mes… esa información era nueva para mí. O sea… que tengo hasta fines de este mes para armarme a la idea de ver a Jeremy nuevamente. Que horror. De solo pensarlo se me comienza a caer el pelo de nuevo.
Al salir de la sala me crucé en el camino con Berenice, que iba cargada con archivadores. Abrió los ojos como platos y me hizo una loca mueca.
Cuando llegué a mi escritorio, había enviado un correo diciendo que le habían pedido toda la documentación de los últimos meses. Motivo: una Auditoria.

14:28. La hora de colación fue bastante accidentada. Todas las unidades, han tenido reuniones relámpago, por lo que no me logrado juntar con las chicas a compartir impresiones.
Yo comí veloz, me vine a sentar a mi escritorio para leer mis múltiples correos y descubrí que también en los diferentes puntos de ventas del país había movimientos. Y que ya se sabía a nivel nacional la compra de Ferreterías Meneghello. Por casualidad, me metí a los diarios On-line y en algunos aparecía un breve artículo sobre la venta de la compañía a la Empresa Mollins.
Ha sido raro todo esto. Algunas ejecutivas de venta del país, me enviaron correos preguntando los pormenores del asunto, pero qué les puedo decir yo…
Bueno… ya es tarde y se viene la gran reunión. Acabo de ver pasar a don Rodolfo Meneghello, el dueño de la empresa, así que al parecer tenemos varias e importantes personalidades asiendo su arribo. Mmm… veo gente nueva… falta la pura alfombra roja… un hombre muy alto y de cabello oscuro acaba de hacer su ingreso, todos se han quedado callados. Mmm… bueno… ahora están todos ingresando a la sala grande… ya me tengo que ir… a la vuelta continúo.

15:48. La reunión fue una entera lata. Yo llegué atrasada. El problema fue por andar corriendo sobre este estúpido piso, me pegué un resbalón de proporciones. Suerte la mía que solo estaba la recepcionista y un tipo que en ese momento salía de la Sala de reuniones. Caí sentada, llegué a rebotar en el suelo. El tipo, dio dos zancadas hasta mí y me ayudó a ponerme de pie. Luego me llevó hasta un sillón cercano.
- ¿Estás bien? – me preguntó, aunque era obvio que no. Que pregunta más idiota, pfftt..
- Sí… me dolió un poco la mano y el pie, pero nada serio… gracias…
- No puedes correr así en este tipo de pisos – me dijo con calma.
- Lo sé… es que voy atrasada a la reunión.
- ¡Ah!.. pero te puedes tranquilizar, las introducciones siempre son lo más aburrido – bromeó, causándome gracia el comentario.
- Si… es posible que tengas razón – añadí mientras me sobaba la muñeca izquierda-. Pero mi jefe no le agradará verme llegar atrasada, incluso cuando estoy avisada desde las 9:00 de la mañana de esta dichosa reunión.
- Bueno… pero siempre le puedes explicar lo que te ha sucedido.
- ¡Ja!... no tengo nada que explicarle en todo caso. Bueno… me retiro… y gracias por la ayuda al caído…
- Por nada… cuando gustes…
- ¡No! no me digas eso… no pretendo caerme de nuevo… mis nachas no soportarían otro rebote semejante…
El tipo se rió de buena gana y se me quedó mirando con una extraña mezcla de curiosidad e impacto. Por alguna rareza antes de irse se volvió para mirarme, levantó una mano a modo de despido, me sonrió y se fue… sonriendo y moviendo la cabeza de lado a lado ¿Qué bicho le había picado?
Yo entré a la sala y todos me quedaron viendo fijamente… sobre todo don Pelmazo, que hasta juraría haberlo escuchado bufar en su asiento. Aunque en realidad no me importó, porque ante todo no me podía sacar de la mente, el lindo destello de los ojos claros del tipo que me había ayudado a ponerme de pie… y no sé por qué… mmm…

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