miércoles, 28 de agosto de 2013

Capítulo 15

27 de Abril

10:00. El colón me está matando.            
El día lunes, llegué arrastrándome al trabajo. Había tenido pesadillas toda la noche. Soñé que Jeremy llegaba a la librería y le decía a mi padre que se vistiera y saliera del local. Mi padre le respondía confundido, que si se tenía que ir así nada más, y el bastardo insensible de Jeremy le tiraba a la cara miles de facturas impagas y una larga lista de deudas… sí, lo sé… estoy demente, paranoica, HISTÉRICA…
 Cuando llegué acá noté mucho movimiento. Poniendo un poco más de atención (por si las chicas me preguntaban algo), vi que junto a Susana, la recepcionista de Meneghello, había otra mujer con mucha facha y que estaba impecablemente vestida.
No fue lo único extraño. Había unos maestros que entraban muebles y otros que sacaban muebles desde la oficina de don Rodolfo Meneghello. Me parece que ahí apostará finalmente su centro de operaciones nuestro nuevo patrón a partir de la semana siguiente.
Cuando conseguí llegar a mi escritorio, don Pelmazo había enviado un correo diciendo que a partir del lunes, teníamos que hacer uso del uniforme de la empresa con carácter de OBLIGATORIO (lo escribió literalmente con mayúsculas).
¡¡Que peste!!... odio los uniformes. Es una manera de las empresas de decirte “Yo soy tu dueño”. Es una violación a mi estilo liberal y anti sistémico. Es una acción violenta la de uniformar a los seres humanos. Es decirles a todos que son exactamente iguales, que nadie puede brillar, que todos merecen quedarse en el nivel del promedio. Es una forma recordarle a los empleados lo que son: empleados, y nada más.
Le mandé un correo de respuesta a don Pelmazo, diciéndole que mi uniforme había sufrido un leve percance. Él me respondió, diciéndome que no me creía y que me quería el lunes con la dichosa camiseta con el logo de la empresa.
¡Hum!... mmm… Me parece que tendré que hacer que la camiseta sufra realmente un horrible accidente con la plancha.
Hoy también ha habido mucho trajín con muebles y equipos computacionales. Benjamín me contó que Jeremy será instalado en un cubículo que armaran el fin de semana largo. También me contó que llegará el martes, porque estaba de vacaciones en el norte. Que nervio. Según estoy viendo, Jeremy quedará en diagonal a mí. Existe la remota posibilidad que nos veamos mucho más las caras de lo que yo realmente desearía. ¡Ops! Don Pelmazo me llama a reunión… voy y vuelvo…

12:28. Don Pelmazo quiso tener una conversación a puerta cerrada conmigo. Me ha comunicado su parecer hacia mi trabajo. Esto lo he sentido como una evaluación de desempeño adelantada.
- Gómez… me parece que este es un muy buen momento para que tengamos una seria conversación.
- Don Pel… (Víctor, Víctor, Víctor… ¡Dios!) Víctor (¡fiuj!)… usted dirá. Lo escucho.
- Gómez… durante los últimos meses he notado que tu entrega hacia la empresa ha sido bastante apática.
- ¿Apática?
- Si… no te noto comprometida con las necesidades de la empresa.
- ¡Ah!
- Hemos estado conversando en Gerencia sobre tu estadía. Y hemos decidido… que una vez que entre la nueva administración, te reubicaremos.
- A qué unidad me pretenderían cambiar… - respondí impasible.
- Eso lo veremos en su minuto si se da el caso. Pero el punto es, que quiero que sepas que tú cargo esta disponible a ser eliminado y por lo tanto, es posible que seas desvinculada. Claro, todas esas condiciones cambiarían, si mostraras más entrega y sobre todo, mayor profesionalismo al momento de trabajar.
- Pero yo soy profesional. Entregada… no lo sé. Solo sé, que tengo muy claras mis capacidades operativas y de producción, y en ese aspecto no tendría que recibir jamás un reclamo – dije con aplomo.
- Si, pero debes ser sincera contigo misma. Acuérdate el error que cometiste la semana pasada, y que si no fuera por Cote, quién sabe hasta donde habría llegado ese error que cometiste…
- Don Víctor, yo no le puedo permitir que evalúe mi trabajo de seis años en esta empresa, por un error de revisión cruzada que se cometió la semana pasada. Es poco ético de su parte y me hace dudar de su opinión respecto a mí, al dejarse llevar por los comentarios que hizo una vendedora. Por otro lado… yo también podría estar haciéndole mis descargos respecto a la falta de compromiso que usted tiene con la gente que tiene a cargo. María José (Cote) me faltó el respeto, en su presencia, a mí y al departamento que usted dirige, y yo no lo vi mover un solo dedo en defensa nuestra ¿o si lo hizo? – el viejo abrió la boca, parpadeó muchas veces y no fue capaz de llevarme la contraria – no, ¿ve? – continué – ahora… si me permite, necesito ir a terminar mi trabajo. Tomaré en consideración sus sugerencias, pero no le aseguro cambios sustanciales… en corto plazo.
Me paré y me fui. Viejo latero. Él se quedó sentado mirándome con cara de pajarraco. Creía que me podría decir lo que se le viniese a la cabeza y que yo diría a todo que sí. ¡Hey! En términos laborales estoy más que clara que soy una muy hábil y experta en lo que hago.
Cuándo salí, me fui a preparar un café. Tenía que celebrar la prodigiosa labia con que mi amorosa madre me había dotado… jejejeje…

16:56. Les conté a las chicas lo que sucedió con don Pelmazo. Todas me apoyaron y alabaron mi correcta defensa ¡Genial!
Después de colación, Berenice propuso salir a dar una vuelta, para bajar la comida. Cuando el ascensor abrió sus puertas nos metimos, sin embargo, comenzó a sonar la alarma de sobre carga. Increíblemente, me tuve que bajar yo, provocando las bromas de las chicas por mi peso excesivo. Cuando se hubieron ido, presione los botones del ascensor nuevamente, pero iban todos llenos. Decidí bajar los cuatro pisos por las escaleras de incendio. Cuando iba en el tercer piso, en una zona del descanso, no me di cuenta que venía una persona subiendo a grandes zancadas. La cosa fue que al estar concentrada en bajar y la otra persona en subir, chocamos de frente, cayéndoseme los lentes los cuales se quebraron (ya que eran de vidrio). Después de haber lanzado un montón de improperios al cielo, noté que la persona con la había chocado me estaba mirando aún:
- Lo siento, estás bien… - dijo calmadamente.
- Si, estoy bien…  - respondí un poco afectada por el quiebre de mis lentes. Son los terceros del año. Estoy gastando todo mi sueldo solo en componer mis lentes.
- Parece que estamos destinados a encontrarnos solo a través de accidentes…
- ¿Cómo? – pregunté algo alarmada.
- Tu eres la misma chica que se resbaló el otro día en la oficina… las nachas – me dijo sonriendo
- ¡Ah!... eres tu… lo siento, sin lentes no veo del todo bien y no te he reconocido. Que mala coincidencia en todo caso…
- No, en realidad no… no me parece tan mala – dijo en tono algo divertido, lo cuál me hizo vacilar un poco – trabajas en Ferreterías Meneghello. Me llamo Arturo Mollins.
- Mm… si… lo sé… usted será mi próximo jefe. – trágame tierra, trágame tierra.
- No me trates de usted, por favor.
- Genial… porque me incomodaba mucho el “usted”…
- Bueno… eee… me tengo que ir… un gusto volverte a ver… eee…
- Si, igual… nos vemos, adiós… - yo había bajado un par de escalones, aún lamentando la quebrazón de mis lentes, cuando de pronto escuché que alguien me hablaba.
-  Disculpa… pero… ¿cómo te llamas?
- ¡Haij! Aún estabas parado ahí… que susto… ¡uf!... ¡ja!... eee… Gabriela… me llamo Gabriela Gómez - dije con una mano en el pecho. 
-  No fue mi intención asustarte - dijo sonriendo -. Que tengas un buen día Gabriela. ¡Ah! ¿Y te parece que el lunes veamos lo de tus lentes?, los he quebrado yo, así que me gustaría mucho hacerme cargo de este accidente. Me siento responsable…
- Mmm… el lunes lo conversamos… ¿te parece?
- Está bien, el lunes… ahora sí… que tengas buen día, Gabriela.
- Igualmente… - dije devolviéndole la sonrisa.

Él continuó subiendo las escaleras de dos en dos. Yo las bajé lentamente. Me entretuve recordando la conversación reciente con el que será mi nuevo jefe. Y resumí total y absolutamente convencida que… Arturo Mollins es el hombre más jodidamente atractivo con el que me ha tocado chocar… dos veces… en toda mi vida… mm…

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Próximo capítulo: ¡LUNES! y recuerda que a partir de la primera semana de septiembre las entregas serán tres veces por semana: lunes, miércoles y viernes ¡L@s espero!

3 comentarios:

  1. Ay Yiyi!! que emocion!! muero porque llegue el lunes..que cosas que se encuentren de esta manera nuevamente, si hasta lo he releído es que la historia me suena muy natural nose me encanta, ya quiero que sea lunes! jaja. uff..bueno ya mejor me calmo.
    Saludos como siempre! ;)

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    1. Jejeje... Si amiga, calmadita. Ya el lunes nos re-encontramos con más historia que contar.
      Me encanta que te encante también :-)
      Quiero tener más contacto con ustedes y que interactuemos más, así que estoy haciendo una encuesta ojalá la puedas responder.
      Cariños y nos encontramos el lunes ;-)
      Yiyi...

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  2. esto se esta poniendo entretenido!!!nos vemos el lunes

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