lunes, 30 de septiembre de 2013

Capítulo 32

06 de Junio
16:23. Bueno como era de esperar, hoy las chicas han estado muy interesadas en la vida privada de nuestro jefe supremo: Arturo Mollins. Después del reportaje del día viernes, por acá se han encendido varias luces de alerta entre las femeninas que habitan en esta oficina.
Benjamín me contó que durante la mañana hubo una reunión con la gente de ventas para optimizar su plataforma. Estaba él (como nuevo y flamante líder de grupo, lo felicité nuevamente por su hazaña, obvio), don Pelmazo, Arturo Mollins y Jeremy. Me decía que la Cote se puso al lado de Arturo Mollins y que a cada rato le tocaba el antebrazo o el hombro y le hacía comentarios al oído. Dijo que parecía lapa, que no se despegaba de su lado.
Durante la hora de colación se lo comenté a las chicas.
- Esa muchacha agarra a los hombres por cansancio – comentó Olguita.
- Si. Cuando el jefe guachón caiga en sus redes, lo va a comenzar a manipular igual como lo hizo con el otro viejito ¿cómo es que se llamaba? – señaló Cristina poniendo cara de pregunta.
- Pero chicas, no pueden negar que la sabe hacer muy bien. Es toda una zorra y hay que darle su mérito igual – indicó Berenice.
- En todo caso… - la apoyó Cristina.
- Me daría una pena horrible si eso pasara… se me caería del pedestal en que lo tengo. Pero es tan fresca esa Cote que también pienso que caerá…  – suspiró con tristeza Carla (definitivamente esta chiquilla está enamorada de él)
- Pero cómo es que lo subes a un pedestal pues Carla… - la regañó Berenice – no seas ingenua, es hombre. Como dice Olga, la muy zorrona de la Cote lo podría sacar por cansancio…
- Yo no creo que Arturo Mollins se fije en una mujer como la Cote – dije de pronto sin saber por qué había dicho eso a favor de mi enemigo.
- ¿Por qué, Yiyi? – me preguntó Berenice – yo sé que odias a la Cote, pero dale el mérito que se merece. Es bonita, tiene el medio cuerazo de cuerpo y sabe lo que quiere de los hombres… si se empeña, sinceramente yo creo que el guachón cae… ¿por qué dices tu que no?
- Porque Arturo Mollins ha tenido y puede tener a cualquier mujer. Incluso físicamente mucho mejor que la Cote ­– respondí recordando la conversación que sostuve con él el sábado.
- Eso es verdad – dijo con vehemencia Carla.
- Además – continué -, Arturo Mollins es un tipo público. No podría tener un affair de oficina, sabiendo que está siempre algún periodista pendiente de cualquier desliz que cometa para plantar el escándalo. Arturo Mollins no es estúpido. No se pegaría un revolcón con una mujer que sabe que lo usará como escalera a la fama en cualquier minuto.
- En realidad… así como lo plantea, le encuentro toda la razón a Yiyi – dijo Olguita -. Piensen que seguramente ella misma llamaría a gente de la tele, como hacen algunos famosillos con su vida personal, y así lograría que la paparezzeen… 
- Pero es hombre, Yiyi – siguió contrariándome Berenice -. Los hombres no pueden tener su cosita del entrepierna quieta por mucho tiempo. Y la Cote se le está brindando en bandeja…
- Pero a ustedes se les olvida que la Cote es solo la más producida de esta empresa. Arturo Mollins tiene muchas empresas más y tiene contacto con muchas otras mujeres más. Iguales o incluso mejores que la Cote. Y sí Berenice, es cierto, es hombre, pero es un hombre de 41 años. Está estadísticamente comprobado que los hombres de más de 40 son mejores prospectos amorosos por que tienen sus metas claramente establecidas. Las aventuras no trascienden a ellos. Además… véanlo de esta forma: si él es el hombre “más deseado” por qué conformarse con una vendedora mediocre, farandulera, que se le ofrece a cuando ejecutivo prominente llega. Trepadora, falsa y que con suerte termino el cuarto medio… si en realidad él podría estar con esa abogada con una destacada trayectoria y que sin lugar a dudas está más al nivel social e intelectual de un tipo como él. Chicas… francamente creo que sobre estiman y admiran en vano a la Cote. Si me preguntan mi opinión, Arturo Mollins ni siquiera la tiene contemplada para un plan promiscuo futuro… ¿qué? ¿por qué me miran así?
- Yiyi… - dijo Berenice al cabo de un par de minutos que me habían estado mirando con cara de asombro – si no hubieses mencionado a la Abogada, habría dicho que sientes cosas por él…
- No seas ridícula - gruñí -. El hombre es varonil y atractivo, pero estoy muy lejos de hacerme ilusiones con alguien que jamás mirará a mujeres como nosotras. No soy tan lerda, para no darme cuenta que no estoy a su nivel. Sería gastar sentimientos en una persona que simplemente le causaría gracia, que yo osara fijarme en él como prospecto amoroso. No estimada... tengo mis pies muy bien puestos sobre la tierra. Jamás Arturo Mollins miraría a ninguna de nosotras con ojos de amor... 
Las chicas estuvieron de acuerdo con este último punto… y era que no…  
20:31. Hace frío y sigo moquillenta. Me parece que tendré que comprarme otro abrigo. El que uso está tan viejo que ya no siento que me abriga. Mm…
Arturo Mollins llegó hace un rato. Se preparó un café, me saludó tan formalmente como siempre, me regalo una sonrisa cuando me vio envuelta en una manta y con un gorro de lana haciendo zapping y se metió en su pieza. Luego de un rato, salió vestido en forma deportiva y se sentó en el sillón con un lote de papeles.
Me preguntó cómo había sido mi día. Le dije que con los cotilleos habituales y la carga de trabajo normal. Esbozó otra sonrisa y me dijo que había pensado en adquirir una contestadora para que no pasara lo del viernes cuando me llamó Carla. Que nos quedamos mirando como dos venados alumbrados en la carretera. Yo estuve de acuerdo, y recordé que Polín tenía una, así que le dije que el fin de semana se la solicitaría.
Me dijo que me cuidara este resfriado, por que había notado que estaba empeorando. Le agradecí la preocupación y le dije que como enemigo no servía mucho. Él se rió y me dijo “no te creas… en los negocios puedo ser muy malo”… y le creo. Al menos como persona y conmigo se ha comportado de lo más decente, a pesar de lo molesto de la situación.
En realidad, después de tres semanas compartiendo un mismo espacio, nos estamos llevando de lo más bien. Es entretenido llegar a la casa y tener alguien con quien charlar y reírse un rato. Aunque este fuera mi sexy jefe y mi enemigo… mm… Arturo Mollins es una muy buena persona… diablos… se me acabó el papel y se me cae el moco…
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Siguiente entrega: MARTES.
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jueves, 26 de septiembre de 2013

Capítulo 31

 05 de Junio

17:00. Este es el tercer fin de semana que paso en este departamento, y me ha tocado compartir estos dos días con Arturo Mollins. Ha sido raro… en principio creo que nos hemos sentido bastante incómodos.
Yo me he resfriado y he andado con un rollo de confort debajo del brazo. Me puse un chaleco reciclado de mi hermano mayor de cuando era un hombre alto, delgado y buen mozo. Sigue siendo buen mozo, pero está gordo, viejo y carreteado… jajaja… pero enamorado y es lo que vale… mi cuñada es buena persona y cocina espectacular, tiene una picada de comida cerca de los tribunales de justicia. Ahí mismo se conocieron.
Las chicas en la oficina me han estado reclamando porque aún no las dejo venir a visitarme. Les expliqué que todavía tengo el desastre, que incluso no tengo ni adonde comer. No sé por cuánto tiempo más podré sostener esa mentira…
Polin, también me reclama mi falta de “liberalidad” y me cobra la fiesta Gay que supuestamente le prometí. Claudio me dice que no sabe por cuánto más podrá ocultar la presencia de Arturo Mollins en mi departamento, ya que cree Polin sospecha algo y le ha estado tratando de sacar mentira verdad “suerte la mía, Gabi, de ser abogado y estar acostumbrado a confundir a la gente. Ahora sé lo que sienten los peritos forenses en el estrado…
Al parecer la estirada de Marcela Aldunate, pasa llamando a Arturo Mollins no solo para hablar del caso, sino que también para invitarlo a su casa o peor aún para hacerse la invitada a la nuestra… mm… bueno, legalmente no es “nuestra” sino 50% mía, 50% de él. Entonces, ella se estaría tratando de hacerse la invitada al 50% de su noviecito.
Como sea… he captado que Arturo Mollins se saca los pillos diciéndole que “no está dentro del acuerdo que pactamos traer gente al departamento y lo tendría que consultar con la señorita Gómez y no me parece correcto importunarla”… mm… extraño… es extraño porque no tenemos ningún acuerdo de ese tipo… mm… se me hace que la mujer le insiste tanto, y yo le caí tan mal como ella a mí, que él le dice eso para sacársela de encima por un tiempo.
El otro día lo estuve observando y creo que no anda con ella. No solo por lo que antes conté, sino por cómo le habla por teléfono.
Bueno… ¡uf!... horror… me había olvidado de algo desagradable que sucedió el  viernes. Esa noche se me ha ocurrido encender la tele a eso de las 22:00 y comenzar a hacer Zappping por los canales nacionales. Él acababa de llegar, y se estaba sirviendo un vaso de jugo cuando de pronto se me ha ocurrido ver algo de farándula, primordialmente pensando en lo que las chicas me dijeron. Seguí el consejo de Carla. Y nos hemos llevado una desagradable sorpresa… estaban dando un reportaje sobre el solterón más codiciado y en eso comienzan a aparecer fotos de Arturo Mollins. Una saliendo de una disco con una modelo, otra en la playa con otra modelo, otra él solo en traje de baño, otra vestido de smoking junto a dos mujeres una de más edad que se me hizo que era la madre y la otra que dijeron que era su hermana. Uno de los panelistas contaba que según sus fuentes, Arturo Mollins estaba saliendo con una destacada abogada que trabaja en Inmobiliaria San Blas, perteneciente a la familia de la madre de Arturo Mollins y que dentro de poco él mismo asumiría el cargo de vicepresidente de la empresa. Decían que en los últimos tiempos ha estado inubicable después de la compra de Ferreterías Meneghello y la adquisición de las nuevas maquinarias y tecnologías en su mina en el norte. ¡El tipo tiene una mina!
La mujer panelista decía que era uno de los últimos solteros deseados del país y un excelente prospecto hasta para ella misma. Y hacía un llamado a Arturo Mollins, para que se comunicara con el canal y le organizaban un tipo Reality Show para encontrarle novia. Qué horrendo.
Otro de los panelistas decía que quizás no quería novia, sino un novio. Uno de los invitados contaba que la madre de Arturo Mollins estaba realmente preocupada por la soltería de su hijo, y ya muchos los estaban comparando con un animador del canal nacional. Además contaban, que muchas mujeres de “farandulandia” estaban preparando los escotes más llamativos para asistir a la fiesta de cumpleaños que todos los años organiza la madre de Arturo Mollins, sobre todo para encontrarle novia o esposa.
Yo me sentí un poco mal… cuando recién vi aparecer la foto en pantalla de Arturo Mollins, la cambié rápidamente, sin embargo, él me pidió que volviera “siento curiosidad por saber que han inventado esta vez”.
La dejé y frente a cada nueva frase que decían los panelista, veía cómo se le ponía más verde el rostro. Me dio un poco de lástima. Ser soltero y no dejar vivir la soltería en paz era terrible. Más aún cuando parece que cada mujer con la cual tratas te desea lacear y amarrar en matrimonio. A mi no me pasa eso…mm… como mujer me sucede justamente todo lo contrario… mm….
En eso sonó el teléfono de red fija. Era el primer llamado que recibíamos. Nos quedamos mirando un poco alarmados ¿quién podría ser?... decidí contestar yo. Si era un llamado para Arturo Mollins diría que soy la nana y punto.
- ¿Yiyi? – era Carla.
- Con ella…
- ¡Uf! ¿Estabas en el baño? Con lo que te demoraste en llegar al fono… oye… estás viendo Primera Fuente… - era el canal que estábamos viendo hacía un rato.
- Ee… no… no estoy viendo tele…  ¿están dando algo entretenido?
- Acaban de hablar de Arturo Mollins…
- ¡Ah! – dije mirando hacía el susodicho - ¿Y…?
- Dicen que anda con una abogada de la otra empresa. No está soltero. Que pena… y dicen que va a organizar una fiesta para su cumpleaños ¿crees que invite a gente de la oficina?
- No, la verdad es que no lo creo…
- Pucha… que pena… yo habría ido encantada… oye… y qué estás haciendo…
- Haciendo Zapping… - Arturo Mollins me quedó mirando y movió la cabeza negativamente.
- Bueno y qué no dijiste que no estabas viendo tele…
- Acabo de encender la tele cuando me llamaste y ahora hago zapping… creo que me iré a acostar luego – dije bostezando, mientras Arturo Mollins se reía de la salvada que hice.
Carla me dijo que era muy fome, nos despedimos y yo me tiré en el sillón.
- Lo siento mucho. No acostumbro a ver este tipo de cosas – dije cuando estaba en el sillón.
- No te preocupes. Uno se habitúa… ¿no hay nada más fuerte para tomar?
- Yo compré vino y Martini, están en el mueble de abajo.
- Ok… gracias… - se puso de pie y se encaminó a la cocina.
- Me sería difícil acostumbrarme a que me estén colgando hombres, por el solo hecho de ser soltera y con una cuenta corriente envidiable… se me hace que nadie se acostumbra a ello…
- No ¿quieres una copa de algo? - me preguntó.
- No, gracias…
- Es verdad. Pero no puedo hacer nada. Hace años estuve a punto de golpear a un periodista, y este me amenazó con denunciarme. Se armó un gran barullo con el tema de la libertad de expresión y cosas similares. Decidí salir del país un tiempo. Cuando las cosas parecieron estar un poco más calmadas, volví. No se puede hacer mucho… más que tener paciencia e intentar no meterse en líos.
- Y esas fotos que te sacan…
- Son de hace varios años. Y no anduve con ninguna de ellas. Solo fueron sus famosos “aciertos” periodísticos. Pero no tuve nada serio con ninguna.
- Mm… qué incómodo… ¿no te asusta que te encuentren y comiencen a acosarte de nuevo?
- A veces si… bueno… pero no tanto por mí, sino por ti…
- ¿Por mi? – dije asombrada - ¿por qué por mí?
- Porque te comenzarían a seguir, a hacerte preguntas, inventarían cosas, no te dejarían en el trabajo, estarían parapetados en la entrada del edificio, etc. etc.…
- ¡Ah!... temes pasar la vergüenza que te relacionen conmigo… - dije divertida.
- ¿Vergüenza? Para nada. Por qué crees que sentiría vergüenza de que me relacionaran contigo. – dijo entrecerrando los ojos.
- No sé… soy tu empleada, compramos el mismo departamento, eres un próspero empresario, un gran hombre de negocios, te relacionas con la cream de la cream nacional y podrían involucrarte sentimentalmente… conmigo – dije apuntándome de pies a cabeza.
- No creí que dijeras algo como eso. No pensé que fueras así - dijo muy serio.
- Así ¿cómo?
- Que te valorarás tan poco, Gabriela. Para mi no eres solo una empleada de la empresa que compré. Mucha gente me ha dicho lo mismo que enumeraste, y por lo mismo parten de la base que yo debo estar con alguna mujer físicamente espectacular. Puedo elegir ¿sabes? También me lo dicen… pero pocos le toman el real peso. No te lo niego… soy hombre y lo físico me atrae como a todos, pero me fijo en otras cosas también. Como en el carácter, en cómo toman decisiones, el sentido del humor, cómo tratan a la gente que los rodea, las habilidades que tengan, etc.
- ¿No eres muy exigente…? - repliqué.
- Quizás… pero son los lujos que me puedo dar por tener todas las cosas que tan fácilmente todo mundo enumera de mi, y que olvidan con la misma facilidad.
- Mm… touche… no lo había visto desde esa perspectiva…
- Lo sé. No me aflige no casarme ¿sabes?, no como aflige a mi madre quiero decir. Por eso me tomo las cosas con calma. Me interesa encontrar a alguien interesante, inteligente, una mujer con la cual pueda conversar, compartir mi tiempo y espacio, alguien con quién proyectarme en familia y que mis hijos sientan orgullo por la madre que les elegí… aunque suene pretencioso y machista… no me gustaría que quien me acompañe por el resto de mis días, sea una mujer que viva solo para rejuvenecerse y nada más. Quiero enamorarme de esa mujer completa, tal cual es. No tener razones para odiar sus defectos y apreciar sus virtudes. Quiero sentir que la amaré como sea. Quiero más, siento que aún puedo pedir un poco más ¿Me entiendes?
- Si… bastante bien ¿Y hasta ahora no has encontrado a la mujer indicada?
- Mm… para serte muy honesto, yo creí que no la encontraría. Me estaba acostumbrando a la soltería. Pero desde hace unas semanas me he estado llevando muchas sorpresas… todas y cada una esas sorpresas han sido fascinantes. El destino es tan extraño – de pronto miró la copa de Martini y le sonrió-. Me gusta estar cerca de ella. Me hace reír. Por alguna razón, me hace sentir… confundido. Pero es una confusión muy grata. A veces la observo y… no lo sé…  siento que podría ser la mujer que estoy buscando… - dijo sonriéndome.
Mmm… Arturo Mollins era una caja de pandora. Se ve muy serio, compuesto, caballeroso pero apático y lejano a la vez. Y sin embargo, con una copa de Martini, era un ser muy normal que deseaba cosas que no había escuchado en boca de ningún otro hombre antes. Interesante… muy, muy interesante… 
¿Sería la estirada esa de la Abogada la que lo estaba sorprendiendo tan gratamente?

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miércoles, 25 de septiembre de 2013

Capítulo 30

02 de Junio
11:07. La verdad es que esta semana ha estado muy floja. Hemos tenido poco movimiento. La gente de ventas tuvo un buen cierre, con la Cote como líder absoluta. Se potencia para ganarse nuevamente el bono trimestral por ventas concretadas y paquetes vendidos. Aunque la señora Joselyn demostró justo lo que yo dije. No llevaba aún una semana cuando llegó con un nuevo cliente. Esta semana trajo otro. Me parece que la Cote va a tener que andarse con mucho cuidado, porque si no le van a aguar la fiesta.
Don Pelmazo adora a la niña nueva, la hermana de la Cote, y que trabaja conmigo. Danielita, para arriba; Danielita, para abajo. Cristina me contó que había escuchado que le decía a la Jefa de Servicio al Cliente que estaba encantado con la “Danielita”. Que era muy inteligente, vivaracha y que él le auguraba un “gran futuro en su departamento”. Me dijo que justo en ese minuto apareció la Cote moviendo su inflado trasero y les dijo que ese talento era de familia. Cuando don Pelmazo dejó de babear y se fue, la jefa de Cristina y la Cote se pusieron a conversar en tono muy bajo. La primera le preguntó que cómo iban las cosas con el “guapetón del Jefe”…
-Pues… ¿cómo crees? – respondió la Cote con una risa de insuficiencia.
-Bien yo creo…
-Por supuesto… linda, “ese huevito quiere sal” hace mucho rato… lo tengo aquí… - dijo aludiendo a que lo tiene comiendo de su mano.
-¿Y cuándo cae?
-Poco… le falta poco… no me preocupa, es hombre Marianela. Y con éstas pechugas los dejo a todos locos… mira, calculo dos semanas y me como a ese huevito…
Mmm… ésa es la Cote… por eso al detesto tanto. Es una mujer calculadora y una trepadora de primera. Aunque muy en mi fuero interno, en parte igual la tiendo a admirar… ella reconoce el punto débil de los hombres y usa todas sus herramientas físicas para sacar el máximo provecho…yo  no podría aunque tuviera todas esas cualidades físicas de mi parte. Me daría una enorme vergüenza. Lo cual yo sé que es muy tonto… por eso estoy enterrada donde estoy… en una pega mediocre, con un trabajo mediocre… mm… por que soy mediocre…
Mmm… teléfono… ¿A. Mollins?... ¿qué querrá?
12:21. Arturo Mollins me ha pedido que vaya a su oficina. Me dolió la guata… ¿me irán de despedir?
16:38. La buena noticia es que sigo con trabajo. La mala, es que conocí a la abogada con la cual anda Arturo Mollins. Una pedante de mierda insoportable.
Resulta que después que me llamó, bloqueé la pantalla de mi monitor y me dispuse a salir. En el camino me crucé con don Pelmazo y este me dijo:
-      ¿Sacando la vuelta de nuevo, Gómez?”
-      No, - respondí - el Señor Mollins me ha llamado a su oficina.
-      Si, Seguro. Devuélvete a tu asiento Gómez y déjate de andar pelando con esas amiguitas tuyas… ya… vamos, vamos… date la vuelta.
-      No, pero oiga don Víctor si es en serio. Si no me cree llame al señor Mollins y pregúntele.
El viejo igual se puso medio nervioso, al ver que yo lo emplazaba a llamar al jefe supremo. Me dejó ir, pero yo vi que el rostro se le contraía como si se hubiese comido un limón agrio.
Cuando llegué a la oficina (la cual no conocía), Arturo Mollins estaba sentado en su silla, tras un enorme escritorio. Se puso de pie y se acercó adonde estaban sentadas Isabel de Witt y una mujer muy estirada, con una melena larga y unos ojazos celestes que me hicieron odiarla y envidiarla.
-¿Ella es? – preguntó la mujer desconocida.
-Si - respondió Arturo Mollins a la vez que tomaba asiento junto a la mujer –… Gabriela te presentó a Marcela Aldunate. Ella es abogada en jefe de la Inmobiliaria San Blas y ya conoces a Isabel. Por favor toma asiento.
Era raro estar en esa oficina. No me la había imaginado así. A parte del enorme escritorio que estaba al final de la sala, cerca de un gran ventanal había un simulado living. Con los sillones de cuero negro que mi padre tanto me aconsejaba comprar.
-Bueno – prosiguió Arturo Mollins -, como habíamos conversado antes Gabriela, Isabel está al tanto de nuestro problema con lo del departamento y le he pedido el máximo cuidado en el asunto. Como te prometí, esto no influirá en tu trabajo. Marcela verá lo de la demanda y los pasos que debemos seguir, por ahora ella desea hacerte unas cuantas preguntas.
-Señorita Gómez – inicio la mujer levantando las cejas como si hubiese descubierto una mancha en su blusa -, me gustaría que me contara todo lo sucedido. Desde que dio con el departamento, cómo fue el asunto de la firma del contrato, el pago, etc. etc.
Fue una lata. No le había contado a nadie todo lo que había sucedido y ahora tenía tres oyentes enterándose de mi terrible desgracia. Solo Arturo Mollins parecía comprender realmente la situación, aunque intenté mirarlo lo menos posible.
Cuando finalicé, la abogada lanzo un extraño resoplido y se peinó las cejas con un horrible aire de insuficiencia y exclamó:
-Sus historias se parecen mucho… ¡Oh! Arturo, yo no me logro explicar cómo fuiste tan estúpido con el asunto… lo creo de esta señorita ¿pero de ti?... francamente no dejo de asombrarme – había sido idea mía o… me dicho “estúpida”.
-Marcela, ya te dije… el sector es muy tranquilo y céntrico. Me queda a media hora a pie a la oficina. Vi la oportunidad y la tomé…
-Pero Arturo… tu eres un gran hombre de negocios ¿Cómo pudiste caer?
-Exceso de confianza quizás. Qué más te puedo decir…
-Es comprensible en todo caso – dijo Isabel -, yo conozco ese sector y pienso que me habría pasado lo mismo.
-Pero Isabel… - replicó la abogada – todo esto es muy tonto… y fíjate que ahora, viven juntos… ¿no ves lo cómico del asunto?
-Disculpe – dije –, pero yo sigo sin verle lo cómico a esto. Aunque parezca estúpida y tonta te aseguro que lo que el señor Mollins y yo estamos pasando, no es nada cómico. Creo que tanto el otro abogado como usted, nos ven reaccionar en forma bastante tranquila a pesar de lo complejo de toda la situación, y se ríen sin existir razón. Pero no le quepa la menor duda que todo esto, para ambos, es muy estresante y desagradable.
-Hunther… me había dicho que era muy… mm… contestadora… y ahora he podido comprobarlo – respondió la mujer abriendo mucho los ojos y girándose hacia Arturo Mollins, el cual me miraba con una pequeña sonrisa y un extraño brillo en la mirada.
-Marcela – dijo finalmente Arturo Mollins -, la señorita Gabriela tiene mucha razón.  Por lo mismo quiero que te hagas cargo personalmente de este asunto. Requiero que inicies la demanda y comiences a trabajar con el abogado de la señorita Gabriela hoy mismo.  
-Está bien, Arturo. Pero la señorita está consciente de las implicancias del asunto…
-Si, si, claro. Y lo que sea, su hermano es su abogado y él se lo explicará.
-Ahora… no pueden seguir viviendo juntos, Arturo. No es correcto. La señorita ésta puede irse a un hotel. O como te dije el sábado – (aaa… tenía razón yo, tuvo un fin de semana amoroso con la estirada esta) -, te podrías quedar en mi casa por el tiempo que desees. Tengo habitaciones de sobra… no me complicaría para nada que estuvieses en mi casa como un invitado…
-Mm… Marcela, yo no me iré y la señorita tampoco lo hará. Hemos acordado que cada uno tomará sus cosas, cuando salga el fallo. Hasta ese minuto, a mi no me presenta ningún problema compartir el mismo techo. Te estoy muy agradecido por tu hospitalidad y generosidad, pero no lo necesito… en serio…  
-¿Desean algo más de mí? – pregunté interrumpiendo la patética muestra de amor que estaba presenciando.
-No, Gabriela… te agradezco el tiempo… mm… sería bueno que hablarás con tu hermano, para que estén comunicados con Marcela…
-No hay problema… hasta luego…
En menos de dos minutos, la estirada esa me dijo estúpida y tonta… a la vez que me ha ofrecido irme a un hotel y me ha llamado “ésta”… me parece que la señorita Aldunate se me ha cruzado… y en mala… 
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martes, 24 de septiembre de 2013

Capítulos 28 y 29

24 de mayo
12.23. Hoy he sentido que Jeremy ha estado especialmente amable y cercano conmigo.
Me pidió disculpas por cualquier cosa que me hubiese ofendido y me dijo que había estado un poco presionado por parte de los directivos la semana pasada.
Igual lo tuve que entender. Yo tampoco he andado muy amorosa y comprensiva en estos últimos días.
Me dijo que no le gustaba pelear conmigo, que me prefería más tierna y dulce y no comportándome como una “bruta” feminista. Bueno… es que él me saca de mis casillas en algunas ocasiones con sus comentarios. Le reclamé que siempre todas las conversaciones terminaban girando en torno al sexo y que eso no podía ser siempre el centro de nuestras ciber relación. Me ha respondido que estaba en su naturaleza, que no podía cambiar y que tener ciber sexo no tenía nada de malo, sino que todo lo contrario. Que profundizaba las relaciones entre un hombre y una mujer.
No me queda más que concederle el punto. Ayer justamente leía un artículo donde se decía que estaba científicamente comprobado que una pareja con buena sintonía sexual tenía menos probabilidades de ser destruida con el paso de tiempo y ante los conflictos… mm… si lo dicen estudios científicos, supongo que habrá que creerlo…
Ahora… entre Jeremy y yo no existe una relación de pareja… tampoco considero que seamos amigos… mm… la verdad es que tenemos una extraña relación cibernética que se me hace que no tiene destino real… me pregunto ¿qué somos realmente?
15:44.  Me he dado el valor de preguntarle a Jeremy algo un poco básico pero indispensable para saber qué tipo de relación tenemos. No sé cómo no se había ocurrido preguntarle algo tan trascendental como esto: “Jeremy… ¿estás soltero?
15:51. Mm… demora en responder… demora demasiado para ser una pregunta tan simple y nada de capciosa… ¿o si?
16:02. La niña nueva al fin está entendiendo la lógica de este trabajo. Don Pelmazo la llamó a una reunión privada y está feliz con ella. A mi parece bien… ¡ops!… correo… Ok… perfecto, Jeremy me ha respondido un escuálido “Si”. Mm… genial… jijijiji… entonces me siento capacitada para pasar a un siguiente plano en está relación.
Si… lo sé…  aún enganchada al desgraciado que me humilló… no sé, es que siempre le he tenido ganas a Jeremy. Desde el primer día que le conocí. Es como esos amores dañinos, que tienen esa pasión extrema y prohibida, ese condimento sexual obsceno, lujurioso, indecente… ¡uf!...  eso…
Ahora… el saber que está soltero me tranquiliza bastante. Ya cometí un error con él cuando estaba pololeando… me sentí mal en su momento, pero una raya en el agua no le hace mal a nadie (eso me dijo Berenice, aunque creo que me lo dijo más para tranquilizarme). Además yo sabía que no me amaba, así que no me sentí tan culpable. Pero meterse con un hombre casado o que está ad portas de casarse es muy, muy diferente. Sentiría que estoy traicionando al género femenino. Me sentiría el peor de los seres vivientes. Además, que el título de amante o la otra es horrible. Sé que hay muchas mujeres que lo hacen, pero no sé, yo ando buscando un amor sólo mío y no compartido.
16:21. Jeremy se ha ido a reunión y parece que no saldrá por el resto de la tarde. Sin embargo, ha sido muy lindo y me ha enviado un correo donde me vuelve a repetir lo mucho que me extrañó en Argentina. Dice que sabe que no me valoró en su momento y que se sintió mal por lo que pasó en el Motel, pero que ahora las cosas pueden ser distintas entre nosotros. Dice que me quiere… wow… eso no me lo esperaba. Mm… me quiere. Dice que me quiere y aunque lo he leído miles de veces aún no me lo creo. O sea… ¡Jeremy sí siente cosas por mí!... Dios… ¿y si en serio ahora quiere intentar tener una relación estable conmigo?... Dios mío me late fuerte el corazón, creo que la pura emoción… santo cielo… y si… ¿al fin voy a poder tener novio?
18:23. ¡ok! El correo me dejó muy estúpida… eché a volar la imaginación y me he estado ilusionando. Hasta me vi envuelta en un traje de novia… mm… que tonta. Bueno… la parte positiva de esto es que Jeremy al fin dijo algo que me ha hecho volver a tenerle confianza y también me ha dicho algo que no tiene que ver con sexo. Estupendo.
Me muero de ganas de tenerlo cerca y de besarlo… ¡uy! Como lo besaría… yo también le quiero muchísimo… siento en el fondo de mi corazón que es sin lugar a dudas mi media naranja. Siento que él y yo somos tal para cual.
La verdad es que no podría haber encontrado nadie mejor para mi vida… él me ha dicho que me quiere y yo simplemente… lo adoro…
¨¨¨
29 de mayo
15:15. Este fin de semana decidí quedarme en el departamento, para descansar y pasar un rato a solas.
Arturo Mollins salió esta mañana, pero iba con una maleta. No me dijo dónde iba… en realidad no tiene porque decírmelo. Pero se me hace que se fue a un fin de semana romántico con la abogada que dice Jocelyn con la cual anda… ¡pillín!…
Anoche al fin pude cumplir mi sueño de andar completamente desnuda por la casa.
Ayer por la tarde me había llamado Carla para invitarme a bailar a la disco. Se sentía un gran bullicio que apenas la lograba escuchar. Me dijo que ahora que vivía sola podía hacer lo que quisiera, que tenía muchas más libertades que antes, que podía hacer lo que se me viniera en ganas… y tenía razón… por eso decidí quedarme en casa viendo películas y… ¡EMBORRACHÁNDOME EN PELOTAS!... y así lo hice. Le agradecí la invitación pero acuse a mi vejez y al frío para quedarme bajo techo.
Luego fui al supermercado para abastecerme de licor y otras cosas que necesitaba. Compré dos botellas de Martini Rose y tres botellas de vino para acompañar el almuerzo o una tarde fría. Además eché al carro aceitunas, papas fritas, nachos y maní ¡Obvio!
Cuando volví guardé todo y puse el CD “The Phantom Agony” del grupo Épica. Corrí las cortinas de todo departamento y me fui a dar una merecida ducha con agua calientita. Fue genial, realmente genial. Al salir me sequé y me puse crema en todo el cuerpo con una calma que no experimentaba desde hacía años. Entonces, cuando comenzaba el tema “Run for a Fall” salí como Dios me envió a este mundo a preparar mi calórica cena…
Desnuda, preparé mi trago como a mí me gusta: una medida de Martini, un cubo de hielo y dos aceitunas. Luego arreglé una bandeja con maní, nachos y papas fritas; apagué la radio y puse el CD de Psicosis en el DVD. Me tiré en el sillón y disfruté mi trago sabiendo que ese sí que era un gran día de soltera, libre y totalmente promiscua… era una sensación realmente poderosa… la sensación de tener el tiempo pescado de las bolas y que yo era dueña de él a mi entero antojo. De hacer lo que se te venga en ganas por poco convencional que sea, y por romper los esquemas sociales por pura bruja que se me ha dado por ser…
El único dilema que me tenía un poco complicada, era el echo de que no se declarase una incendio o que hubiese habido un terremoto. De haber sucedido tenía que haber salido corriendo en traje de Eva… y ahí si que tendría que haberle entregado las llaves a Arturo Mollins y haber desaparecido para siempre de la faz de la tierra…
Suerte que no sucedió nada. Desperté de madrugada. Estaba tirada en el sillón, tapada con una fina sábana, muerta de frío. La TV aún estaba encendida, en opción bajo consumo. La botella de Martini estaba con la cuarta parte del brebaje nada más. Pero qué frío tenía. Me enrollé en la sábana y me fui corriendo a enterrar a mi camita.
Cuando desperté en la mañana tenía la ñata apretada y me dolía un poco la garganta.
Ahora… hace poco me acabo de terminar de preparar el almuerzo. Un arroz medio masamorriento con una ensalada lo he acompañado con un rico vino blanco, mientras escucho el CD “Inquisition Symphony” del grupo Apocalyptica.
En este preciso instante estoy terminando de almorzar, y escribo estas líneas.
Es genial tener este tiempo solo para mi… es verdad que tengo muchos problemas, pero como que este fin de semana, me ha dado a pensar que vale la pena luchar por este tipo de espacios personales.
Mmm…
También he decidido firmemente que lucharé para ganarme el amor de Jeremy, me la voy a jugar en serio por él, pero aunque lo adore mucho, jamás lo dejaré entrar en mi casa. No si antes no nos comprometemos o formalizamos lo nuestro. Sería contraproducente correr el riesgo de manchar este lugar con una historia con la cual no tengo plenas seguridades.
Creo que iré al parque Forestal un rato… se ve demasiado hermoso desde donde estoy sentada. Sacaré mi abrigo e iré a dar un paseo…
21:05. El paseo estuvo espectacular. Conocí a los vecinos del octavo piso. Es un joven matrimonio dueños de un hermoso perro sin marca definida, sólo sé que es chiquito y negro completo. Hugo es actor y me ha dicho que vaya y él me hace pasar gratis a ver su obra. No creo que le acepte. Preferiría pagar mi entrada. No me sobra el dinero, pero por mi hermano como pintor y mi padre involucrado con el mundo de las letras, sé que ser artista es muy difícil. Además será muy entretenido y aportaré mi granito de arena a las Artes.
Cuando volví me miré en el espejo y estaba blanca como papel y tenía la nariz colorada. Moqueaba mucho.
Hace un rato me puse el pijama, ordené la ropa con la que iré a trabajar y prendí el calienta cama. Hace cinco minutos retomé mi escritura.
Mmm… acabó de escuchar la cerradura de la puerta de entrada. Debe ser Arturo Mollins que ha llegado de su excitante fin de semana en pareja ¿cómo será la abogada de la que Jocelyn habla?... mm… ¿cómo le gustaran las mujeres a Arturo Mollins? Debe ser difícil estar al lado de un hombre como ese. Forrado en plata, siempre viajando y con cientos de mujeres desnudándolo con la mirada. Siempre deseosas de agárraselo y conquistarlo. Mm… es como para vivir asustada de que salga una Cote y te lo robe…
Mmm… vaya… ¡uf! Ha dado un tremendo portazo en su pieza ¡uf! Creí que el edificio se venía abajo. Al parecer no fue tan bueno su fin de semana. Quizás tuvo una pelea de pareja de vuelta a casa… uuu… quizás lo llamó mi amigo Mac enano y le dijo que tenía que desalojar porque gané el juicio… wow… sería genial… pero es ridículo, Claudio me insiste que esto tiene para un buen rato más. Mínimo dos meses para la investigación y otro par de meses para dar con la ladronzuela de la señora Guarenes…
Bueno… como sea el caso… es muy desubicado andar dando portazos, es de mal educado. Independiente de lo molesto que se esté… por lo demás yo podría estar durmiendo…
Durmiendo… si… creo que ya es hora de pegar la pestaña… creo que seguiré escribiendo mi vida en otra oportunidad… mañana le veré la cara a Arturo Mollins y sabré que diablos le pasó… aunque, en realidad no me interesa tanto… cambio y fuera… zzzzzzz….  
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lunes, 23 de septiembre de 2013

Capítulo 27

21 de mayo
16:59. La semana pareció empeorar a ratos.
Finalmente llegó la chica nueva.  Es una estudiante en práctica de secretariado. Lo más gracioso es que es la hermana menor de la Cote. He estado estos dos últimos días enseñándole. Después que el viejo pelmazo dijo que era tan fácil, la muchacha aún anda perdida en la propia oficina.
Casi no nos hablamos. Cada media hora aparece la Cote preguntando como le va y me lanza miradas asesinas. La chica se aburrió y le dijo que la dejará trabajar en paz. Me causó gracia.
Jeremy, me mandó un correo diciéndome que me había salido competencia, ya que la niña estaba “muy potable”. Jeremy tiene 36 años y la chica 21. Es un poco viejo para, así que le dije que reprimiera ese tipo de deseos, porque parecía un pedófilo.
Ayer estuve conversando con la señora Jocelyn y me ha parecido muy simpática. Tiene pinta de una víbora experimentada. Yo no sé si dirigirme a ella como Señora Jocelyn o Doña Víbora. Por ahora, me parece que está haciendo reconocimiento del terreno. Nos encontramos en la cocina, mientras me preparaba un café.
-     ¿Trabajas hace mucho acá? – me preguntó.
-     Seis años, voy para los siete.
-     Bastante ¿Y qué haces?
-     Reviso y corrijo errores en el sitio. Cuando puedo, controlo la base de datos también, etc. etc.
-     ¿Entretenido?
-     No mucho, pero es cosa de hacerse de paciencia ¿Hace mucho que trabajas como ejecutiva de ventas?
-     Trece años. Vengo de la otra empresa de Arturo Mollins ¿Lo conoces? – (¡uf! No sabes cuánto malditamente lo tengo que conocer, pensé decirle)
-     Si, de vista. Hemos tenido un par de reuniones con él.
-     Es buena persona. He notado que hay varias interesadas en él, pero anda con una chica de la empresa inmobiliaria. Una abogada. Una mujer grandiosa y preciosa. Se ven tan bien juntos. Yo creo que se casan a fines de este año.
-     ¡Ah!... – dije sin mucho interés.
-     Si, noté que la chica está, María José siempre le está haciendo la corte. Yo tengo re buenas migas con Marcela, la abogada que te digo. - ¡Ah! Primera viborada
-     Genial – dije - … disculpa me tengo que retirar…
-     No te preocupes.
-     Si. Nos vemos…
Mm… ¿por qué ese comentario me había sonado a un rayado cancha? Como que Jocelyn fue enviada por recomendación de la Abogada para que vigilara los pasos de su amado Arturo Mollins, para que ninguna mujer se le acercara. Pero Arturo Mollins me había dicho que él la había recomendado a ventas, por lo tanto, conocía su trabajo. Mm… ya… la noviecita le dijo que la mandara y él aceptó la idea… ahí está… como todo enamorado es un mandado también.
De éstos dos días que hemos estado viviendo juntos, pero no revueltos, con mi jefe (que raro me suena esto… me siento media pérfida), no he visto jamás que salga o que alguna mujer lo visite.
Claro… hay hombres así. Me acuerdo cuando Jeremy me dijo que tenía polola hacía casi ocho meses y yo no tenía idea, jamás la vi ir a buscarlo, ni nada.
Arturo Mollins puede estar haciendo lo mismo. Claro… obvio… y menos ahora que estaba en este embrollo conmigo… pero… ¿para qué ocultarla?... qué raro…
Con esto de vivir con mi jefe, todo se me ha hecho muy difícil. He estado a punto de irme a la casa de mis papás, pero no me gusta irme como una maldita perdedora cobarde. No he logrado andar con las libertades que tanto soñaba. Mi idea de dormir como Dios me mandó a este mundillo, jamás la he concretado, y me siento violentada al saber que al otro lado de mi habitación, está Arturo Mollins…
Aunque… mm… ee…. No puedo mentir que tener a ese hombre al otro de la muralla de mi pieza es bastante excitante. La otra noche, me quedé mirando el techo pensando en lo que él debía estar haciendo en ese momento. Mm… a veces lo encuentro en la cocina tomándose un café, horriblemente concentrado en un montón de papeles llenos de números y gráficos.
Si las chicas supieran que duerme con categoría de deportista. Usa siempre una camiseta blanca y unos pantalones largos, sueltos y de colores igual de sobrios. Mm… hasta para los pijamas debe tener un diseñador. Aunque la camiseta es bastante holgada, aún así se le notan los músculos del pecho y los abdominales marcados. Mm… el otro día mientras me preparaba un grosero y gigantesco sándwich con mortadela, tomate, lechuga y mostaza, me quedé mirándolo un rato. Es un tipo agradable a la vista, sin lugar a dudas, es bastante atractivo y tiene un físico espectacular. Debe medir sobre el 1.80, es mucho más alto que Jeremy. Tiene unas manos grandes y muy bien cuidadas. Recuerdo que cuando se llevó un lápiz a la boca, levantó la vista, me quedó mirando y parpadeó varias veces. Mm… fue vergonzoso, lo estaba mirando como una gansa. Agarré mi emparedado y me fui rápidamente a mi habitación. Mm… debe haber pensado que lo estaba psicopateando… que tonta más grande…
Bueno… en todo caso, el miércoles lo descubrí mirándome los pechos… mm… sueño… jajaja… no miraba mis pechos… miraba lo que decía mi camiseta XL “Mueran Hijos de P…”. Mis poleras son topísimas
Papá ha estado muy pesado en estos días. Me llama cada noche y se queda conversando largo conmigo. El problema más grande es que no me habla de nada. Me dice solamente que tenga cuidado, y que estos tipos con plata siempre se aprovechan de las “niñas” como yo. Me aconseja cerrar bien la puerta de mi pieza y atrincarla con una silla “por si las moscas”… mamá me dice que tengo mi pieza disponible para cuando decida dar el brazo a torcer y acabe con toda esta locura.
Claudio, dice que la investigación se está moviendo. Me ha contado que descubrieron que la señora Guarenes pasó por “el Paso Libertadores” el martes a primera hora y no el sábado. Dice que es congruente con el cobro del cheque, ya que Arturo Mollins lo había puesto al nombre de ella.
Polin me llamó y me preguntó qué tal estaba la libertad de mi nuevo hogar y me preguntó que cuando se venía la fiesta de inauguración. Tuve que decirle que la posponía hasta dentro de varios meses más… me dijo que seguía igual de fome que antes, y que así de mojigata no encontraría jamás un novio para que me diera un merecido revolcón… mm…
Me da pena mentirle a mi hermano chico. Después de todo es con el que más hablo siempre. Pero si se llega a enterar con quién estoy compartiendo espacio y oxígeno, no me va dejar en paz. Es peor que las chicas de la oficina… ¡uf! Dios, no… quizás les cuente a Marlon y a Esteban después… ¡PERO QUÉ HORROR!...
Hoy llegué a la casa de mis padres para lavar un poco de ropa y ver cómo andan las cosas. Me miraban con cara de “pobre niña meada de perro”. Si no fueran mis padres, los habría golpeado. Pero bueno… mañana por la tarde volveré al departamento.
No tengo idea lo que hará Arturo Mollins, solo sé que yo agarré la misma nota que el había pegado en la puerta y al final le añadí un “IDEM”… uno nunca sabe.
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Siguiente entrega: Martes.
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