Capítulo 52

12 de Julio

12:36. Tengo mucho sueño. A penas pude pegar un ojo anoche.

Ayer Jeremy estuvo escribiéndome toda la mañana sobre lo que me haría cuando estuviésemos juntos de nuevo. Me prometió que todo sería diferente.

Quedamos de salir por la tarde. Le dije que aceptaba su invitación pero solo a salir a cenar. No tenía ganas de hacer nada extra programático.

13:00. Me voy a colación.

14:09. Sigo. Ayer Carla les contó a las chicas sobre la fiesta de mi Polín. Las chicas no creían lo que les contaba. De pronto, recordé que jamás les había dado detalles de mi familia.

-   Yiyi, ¿cómo no nos habías contado que tenías un hermano artista? – preguntó Cristina.

-      Pues… no lo encontré necesario…

-      Tiene una tremenda casa en el barrio alto – añadió Carla.

-      No es una casa, es un galpón que lo transformó en su estudio de pintura.

-      Bueno eso, lo que sea… es Gay…

-      ¡En serio! – replicaron Berenice y Olguita al unísono.

-      Si – continuó Carla -, y tiene dos amigos homosexuales, Marlon y Esteban, que son demasiado amorosos. Tienen un salón de Belleza, donde el hermano de la Yiyi es socio. Dicen que atienden a mucha gente famosa. Me invitaron a que fuera hacerme algo en el cabello…

-       Pero Yiyi, cómo no nos habías contado nada… - dijo Cristina.

-       Ya les dije. No encontré que fuera interesante de ser contado…

-  ¿Qué otros misterios guardas, pequeña saltamontes? – preguntó entrecerrando los ojos Berenice.

-       Ninguno…

-       Tienes otro hermano… ¿verdad? Qué hace ese… - indagó Olguita.

-       Es Abogado.

-    ¡Pero Yiyi! Estás rodeada de gente muy importante… - dijo Cristina -. ¿Conoces a mucha gente famosilla?

-      No… - respondí con humildad – lo que más conozco es a escritores y una que otra persona del mundo de las artes… nada muy grande.

Carla continuó contándoles detalles de la fiesta, pero yo estaba un poco alejada de todo.

15:38. Pucha. Me siento extraña. Por alguna razón la conversación con Arturo Mollins se quedó dando vueltas. No fue solo lo que me dijo, sino el cómo me lo dijo. No entiendo por qué en la mañana parecía odiarme y por la tarde me quería adoptar. Me logró traspasar todas sus confusiones. Qué hombre más raro. Antes de la hora de almuerzo, no me podía ver; después de la hora de almuerzo, no sabía qué pensar de mí y comienza darme una serie de consejos y a comparar mí historia con Jeremy, con su propia mala experiencia amorosa. Yo no sé todo lo que le pasó en solo un par de horas… ¿se estará volviendo loco?

17:06. Por la tarde no volvimos a hablar con Jeremy. Solo me mandó un correo con la dirección de un restaurante donde hacen sushi. Le dije que no me gustaba mucho el sushi, pero me dijo que él tenía ganas de comerlo, que qué me costaba darle en el gusto solo por hoy. Cedí… total aprovecharíamos de hablar un rato, de estar solos. 

Eran las 22:00. Yo estaba con el tercer vaso de bebida en la mesa y Jeremy ya no había llegado. Me había dejado plantada. El restaurante quedaba en el centro. Me tuve que venir, porque estaban a punto de cerrar. Ni siquiera me llamó para decirme que no podría llegar. Me siento tan tarada.

Cuando llegué al departamento Arturo Mollins estaba colgado el teléfono hablando con alguien en inglés. Lo habla muy, muy bien. Solo me miró por el rabillo del ojo y siguió en lo suyo.

Hoy en la mañana le pregunté a Jeremy qué le había pasado, me dijo que se había quedado trabajando horas extras por culpa del “chupete de fierro”… mm… no sé… me pareció sospechoso ¿no estará teniendo una aventura extra por allí? Quizás eso me había intentado decir Arturo Mollins.

Le mandé un correo preguntándole cara dura si tenía una aventurilla con otra mujer. Me respondió “No Gómez… solo tu eres mi aventurilla. Solo tu eres la otra mujer.”… mm… fue idea mía ¿o esa respuesta tenía más cosas entre líneas?... así me pareció, y se lo pregunté. Me dijo que no estaba para la hora de los berrinches, que ya se había disculpado por no llegar y que no podía hacer nada más. Que mejor cambiáramos el tema o no habláramos más.

Ok… disculpa aceptada. En realidad no era para tanto… seguimos conversando de otras cosas durante la tarde. Le conté de la fiesta a la que fue Carla y de lo fascinada que había quedado con todo. De pronto se me ocurrió preguntarle porque jamás me había dicho Gabriela o no me decía Yiyi como todo el mundo me decía en forma de cariño. Me respondió “Eso es de pendejas, pues Gómez. Además tu sabes que yo no te tengo cariño”

Mm… me desayuno… si no me tiene cariño entonces ¿qué me tenía?... “Tu sabes que lo de nosotros es pura atracción sexual y que yo te quiero mucho.”… atracción sexual, que suena feo eso, sobre todo pensando en que de los tres encuentros (el primero hace dos años, aquella fatídica noche que intento olvidar, pero que igual se me hace presente cada tanto) que hemos tenido, no he disfrutado casi ninguno.

No sé… todo está muy revuelto.

Ahora he tratado de amenizar nuestra conversación, siento que se estaba poniendo densa. Tengo que revitalizar lo nuestro y descubrir lo que está pasando. Le he dicho que nos juntemos a conversar.

Correo…

17:58. Me dice que hoy le es imposible. Tiene otras cosas más importantes que hacer.

18:03. Le había preguntado si podía organizarse para que habláramos de nosotros el viernes. Me dice que es imposible el viernes. Que si deseo tanto que hablemos podemos salir el jueves, pero que no quiere salir a cenar. Dice que quiere estar conmigo en el otro plano… supongo que es un plano bastante tirado hacia lo horizontal… mm…

Me dice que me echa de menos, que no le gusta que sea así tan bruja para las cosas. Que mi mejor característica es justamente no preguntar y por ello no armar atados. Que soy “simplecita” para las cosas. Mm… dijo que mi principal atractivo era hablar menos y hacer más. Honestamente, no sé si tomar todo esto como un alago o como un fatal insulto.

No sé qué responderle…

No quería que nuestra relación se basara solo en tener sexo.

18:19. Me ha dicho que lo hablamos mañana. Que está ocupado. Pero me insiste en que tiene muchas ganas de estar conmigo el jueves… wow… jejeje… me ha enviado un correo muy picante. Si hace la mitad de lo que dice, ¡uf! Sí que nos la pasaremos muy, muy bien…

Le he dicho que si me dedica un tema musical, voy con él el jueves y haré lo que desee… jejeje…

18:34. Mm… me ha respondido “Gómez, por favor, madura. No estamos en el colegio. Eso es de niña, y yo estoy más que claro que ya eres bien mujercita. ¿Qué es lo que te pasa hoy? ¿Las cabecitas huecas de tus amigas metiéndote basura de nuevo?... a todo esto… ¿has hablado con alguien de lo que hacemos?”

Mm… me dijo inmadura, trató de cabezas huecas a las chicas y me pregunta si he hablado con alguien de lo nuestro… no sé… me duele la cabeza con esta conversación.

18:45. Le dije que no era inmadura, que me perdonara por ser un poco romántica. Que las chicas no son “cabezas huecas”, que no me gusta que las ofenda. Y no, no he hablado de lo nuestro a nadie.

18:55. Lo acabo de ver salir. Antes me mandó un correo con un “OK…. Piensa mi propuesta para este jueves. Te quiero”… ¡haij! ¡Repite que me quiere! ¿Qué hacer si creo que el sentimiento es mutuo?

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Siguiente entrega: MARTES. 

Aviso: IM-PER-DI-BLE... toda la verdad será revelada.

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