miércoles, 6 de noviembre de 2013

Capítulo 54

17 de Julio                        

22:09. Fue una noche muy larga la de ayer. Solo pude volver a mi habitación pasada las tres de la madrugada. Y en mi pieza seguí despierta. Intenté leer un rato, pero no lograba concentrarme.
En la mañana no me podía levantar. Me desperté, pero solo pude ponerme de pie a eso del mediodía.
Arturo Mollins no estaba en el departamento. Sin embargo, cuando miré por la ventana lo vi trotando por el Forestal ¿Cuánto tiempo le habrá llevado recuperarse del engaño de su ex novia?... yo sé que el caso no es igual. Yo me acosté con un hombre casado. Aunque ignorara el hecho de su matrimonio. Me siento demasiado idiota con esa excusa. Nadie me creería jamás que no me haya dado cuenta de algo. Si a mi me contaran algo así, no lo creería.
Cuando fui a mirar qué había para comer, encontré unos croissants encima del mueble de cocina… eran de mi archi-enemigo. Le robaría un par y luego le compraría una docena. Donas… me habría comido miles de donas acompañadas de un inmenso tazón de leche caliente con chocolate.
Me fui a mi pieza con los croissants. Estaba sentada en la cama tomándome otro tazón de chocolate, cuando sentí la puerta de entrada.
Arturo Mollins miró hacia mi pieza y luego se metió directo al baño. No me dijo nada. Pero sentí en su mirada, algo de compresión.
Después que se dio una ducha y se cambió de ropa, fue hasta mi pieza.
-          ¿Cómo te sientes hoy?
-          Mejor… ya no me quiero morir…
-          Que bien… - dijo sentándose junto a mí, en mi cama.
-          ¿No quieres saber lo que me pasó? – dije.
-          Si no deseas contármelo, lo entiendo.
-          Tenías razón con la advertencia que me diste el otro día… me hicieron algo parecido que a ti… aunque yo no soy del todo inocente.
-          Fue malo…
-          Si… fue muy malo – se me llenaron los ojos de lágrimas. Pero no lloré – fue malo pero asumo la responsabilidad. Puedes creer que el mismo bastardo me engaño dos veces…
-          Mm… no… no te lo puedo creer. Pero si tú lo dices… así será…
-          Así fue… hace dos años me hizo lo mismo. Un día me invitó a un motel, yo cedí a irme con él y cuando obtuvo de mi lo que deseaba, sexo obviamente, me dijo que se iba con su polola a otro país y que no lo volvería a ver. Dos años después, nos encontramos de nuevo. Me pide disculpas por lo que me hizo ese día, me engatusa, yo caí como una boba en sus encantos, vuelvo a ceder y después que obtiene lo que deseaba de mi… me dice que se ha casado por civil una semana antes y que dos días después se casa por la iglesia con la misma mujer que hacía dos años se había ido al otro país… él estaba feliz por que yo era su amante… ¡AMANTE!… ¡en mi vida me habría imaginado que el desgraciado me haría dos veces lo mismo! Cuando volvimos a encontrarnos esta vez, me aseguré de preguntarle si estaba soltero. Me dijo que sí. Yo se lo pregunté y él me dijo que sí… puedes creer que cuando le mencioné esto, me dijo que sí lo estaba cuando yo le pregunté, hace como un mes atrás. Claro, su estado civil había cambiado una semana antes… pero… ¡PERO NO ME LO DIJO!… soy muy pelota yo también… - le solté. Me había puesto de pie y caminaba por mi pieza. No sé qué habrá pensado de mí. Solo sé que no me podía detener -. Mientras más vueltas le doy a las cosas, mas idiota me siento… nadie en su sano juicio, le harían dos veces lo mismo. Tan necia… tan tonta… tan bruta… Arturo, me quería enterrar viva… me sentía sucia por dentro y por fuera… no me cansó de repetirme la historia en la cabeza…
-          Quizás lo amabas… - dijo tranquilamente.
-          Si… pero uno no puede en nombre del amor hacer tantas boberías.
-          Es verdad. Qué harás ahora…
-          Mm… qué haré ahora, con qué…
-          Trabajan juntos. La vez anterior, por lo que cuentas, él se fue y no volvió hasta dos años después. Ahora, él se ha casado y lo volverás a ver… ¿cuándo? ¿mañana?
-          No lo sé… supongo que nada. Seguir adelante… mm… las cosas ya sucedieron, yo ya metí las patas. Tendré que aguantarme y recibir lo que quizás merezco por ser tan lesa.
-          Ven… - dijo sonriéndome. Dio dos golpes en mi cama para que me sentara junto a él. Así lo hice y me abrazó -… sabes que estuviste muy mal ¿cierto?
-          Si, lo sé. Me siento pésimo…
-          Pero Gabriela, no estuvo bien lo que te pasó. Si es así como sucedieron las cosas, el tipo fue un cerdo. Ninguna mujer merece que la traten de ese modo. Me gusta escucharte que asumes tu responsabilidad en el asunto. Pero deja de torturarte. Deja que las cosas decanten…
-          No me torturo…
-          Sí, sí que lo haces. Cometiste un error. Todos nos equivocamos y aprendemos a la mala a veces. Piensa que todo pasa por un motivo. Te ha tocado crecer en forma muy dura en esta ocasión. Pero eres una mujer inteligente, y sé que podrás revertir la situación, sacar la mejor experiencia y avanzar en tu vida. Eres muy fuerte y admiro la entereza que tienes para soportar lo que te ha sucedido. Cómo yo veo el panorama, acá han pasado tres cosas muy buenas e interesantes.
-          Cómo cuales… - dije no muy convencida de lo que me decía.
-          La primera: es que ya no soy tu archi enemigo, pienso que me han desplazado…
-          Si… es verdad…
-          La segunda: es primera vez que me llamas por mi nombre. Y me gusta cuando lo dices.
-          Mm… no lo recuerdo, no me he fijado en eso… y la tercera…
-          La tercera… mm… la tercera es que ahora estás formalmente soltera.
-          Mm… ¿y eso es bueno e interesante?
-          Si… es un interés de carácter personal que tengo desde hace unas semanas. Ahora… quiero que te vistas para ir a almorzar. Compré pollo asado y papas fritas…
-          Genial, nada como la grasa saturada para curar las penas de amor…
-          Exacto, bonita… - me dio un beso en la frente y salió de mi pieza sonriendo, mientras yo aún seguía boquiabierta por ese “bonita”, que le salía con tanta facilidad por segunda vez desde que nos conocemos.
Quizás Arturo Mollins tenga razón. Debería ver todo esto como una dura lección que aprender para crecer. No siento que me torture con la historia, es solo que siento mucha culpa. Mm… él piensa que soy inteligente y admira mi fortaleza. Mm… y me había dado un beso en la frente y me había dicho “bonita”…
Se sintió bien el abrazo que me dio. El beso lo encontré muy tierno… ¿por qué le conté todo esto a él? Debe estarme imaginando como la puta más grande en la historia de las putas. Qué vergüenza.
El almuerzo estuvo muy asquerosamente calórico. Arturo me contó cosas de su familia, en especial de su hermana. Me dijo que un día me la presentaría. Yo le pregunté cómo iba con lo de la fiesta.
-          Pues he estado analizando lo que me dijiste…
-          ¿Y?... – dije con un tuto del pollo atravesado.
-          Creo que puedes tener razón… estoy viendo a quién puedo invitar. Mi círculo de amistades es un poco estrecho. Mis mejores amigos están fuera del país o fuera de la ciudad. Los contactos de mi época de estudiante, tienen sus familias y no sé si desearan asistir. La mayoría rehúye la farándula…
-          Tendrás que hacerte nuevos amigos ¿vas a comerte esas papas?
-          Hacer amigos cuesta... no, sácalas…
-          Genial… si, es verdad. Tendrás que salir un poco más, a círculos donde te sientas cómodo.
-          Si, puede que tangas razón… ¿quieres salir a caminar conmigo?
-          No es mala idea… aprovecho de bajar la grotesca comida que compraste hoy…

Acabamos de llegar. Recorrimos el Forestal hasta el Bellas Artes, de ahí nos sentamos en una de las bancas y continuamos charlando sobre nuestros gustos. Yo le confidencié que me gustaría tener un perro o un gato en el departamento una vez que todo se solucione. Él me dijo que le encantaban los animales, pero que por su trabajo jamás ha logrado tener una mascota. Sin embargo, si esos eran mis deseos, podríamos ver un animalito para más adelante, independiente del conflicto que tenemos. Genial. Estupendo. Luego, de vuelta, pasamos al supermercado a comprar algo para tomar once. Yo me quedé pegada en la sección mascotas y Arturo se reía cuando le mostraba un esmoquin para perritos, demasiado, demasiado enternecedor.
 Ha sido una tarde agradable. Hablamos tanto con Arturo y de tantas cosas que por minutos me olvidaba completamente de lo que había sucedido con Jeremy. Solo cuando cerré la puerta de mi pieza y quedé completamente sola me acordé que al día siguiente vería a mi verdugo, casado. A pesar de esto, algo en mi interior me decía que podría hacerle frente… estaba sola, si… pero no me sentía del todo en soledad… Siento un calorcito alrededor de mi corazón. Es algo tan extraño de describir. No lo había sentido jamás. Solo doy gracias a Dios que durante este trance de mi vida, alguien con la madurez de Arturo Mollins estaba cerca para apoyarme y sacarme del hoyo oscuro que auguraba caer en cualquier minuto.
¡Oh! Que sueño me dio… cambio y fuera… hasta mañana… mm… zzz…


23:43. ¡MIERDA! ¡ARTURO SABE DE MI RELACIÓN CON JEREMY!

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Siguiente entrega: JUEVES.
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6 comentarios:

  1. debi de comprarte de regalo para navidad Yiyi unos lentes ...... amiga espabilaaaaaa AM ya no puede ser mas directo que quieres q de repente te agarre desprebenida y te plante las cartas sobre la mesa, o el.sillon, o la cama dios hasta la cocina...... espera eso no seria mala idea .... besitoy Yiyi hasta mañana besitos a Meche

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  2. Ohhh Yiyi querida a veces eres tan lenta x eso no te das cuenta de nada...

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  3. Ayyy arturo cada dia me enamoro mas y dichosa yiyi lo tenes al lado disfrutalo

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  4. espero que pronto AM despabile y le plante su buen beso a Yiyi.. asi salimos de todas las dudas jejejej

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  5. jajaja hasta ahora reacconó que loca

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  6. jajajaja Yiyi no puedo contigo jajajaja

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