martes, 31 de diciembre de 2013

Día 82, 83 y 84

16 de Septiembre

14:05. Estoy en la librería. Los locatarios no tienen buena cara. Me han preguntado por qué no apelé, sino que simplemente firmé la venta, después de haberles insistido yo misma que debían mantenerse inmóviles. Cuando lo ponen de esa forma se escucha muy mal. Les dije una parte de la verdad: la salud de mi padre cambió todos los parámetros. Algunos me miran muy feo, como si fuera la peor alimaña del lugar, otros lo entienden.
En los últimos días han estado preparando manifestaciones. Pero ya hay un mandato judicial y las cosas se van a poner muy feas. Yo los entiendo. De no estar mi padre y yo misma tan afectados por toda esta historia, quizás sería parte de la resistencia.
El lunes, al entrar en la librería, sentí una nostalgia y una angustia tan grande, que me vi en la obligación de sentarme un rato. Me quebré. De solo pensar que este lugar, tiene la historia de prácticamente toda mi familia, se me parte el corazón. No es justo, pero acá estamos… tratando de salir adelante.
Casi toda esta semana he estado categorizando la mercancía existente. La he ordenado por autor o por género. Así costará menos dar con cada ejemplar, en caso de hacer ventas selectivas.
Como dormí en casa de Polín, al fin mis huesos pudieron un buen colchón sobre el cual descansar. El viaje hasta acá se me hizo más eterno que cuando estaba en la de mis padres. He estado viendo arriendos, por acá en el centro. Pero todo es muy caro, en lugares que no me agradan, en espacios ínfimos o casi pegados al cielo. Así que no se cuánto tiempo más estaré en casa de mi hermano pidigüeñandole techo.
Pensé en comenzar a buscar trabajo en un mes más. Quiero terminar esto de la librería primero, y después ver el resto. Deseo mantener mi mente ocupada el máximo tiempo posible. He notado que cuando tengo ratos de ocio, me baja la melancolía y se me nubla un poco el juicio. Se me vienen demasiados recuerdos a la mente y me pongo ansiosa, me falta el aire y tiendo a sentirme acorralada. No es un estado en el que deba dejar que mi psique claudique. Debo ser firme. Ya les fallé una vez a mis padres, no dejaré que eso vuelva suceder.
Durante la mañana no entró ningún cliente. Ha sido una reverenda lata. Aproveché de leer los diarios, las revistas, completé dos puzzles y estoy mirando con entusiasmo un zudoku nivel medio, no soy muy buena pero en algo debo matar el tiempo. No sé en qué pasaba las horas papá.
Ahora iré a comer algo a “La esquina”.

16:09. La dueña del restaurant de “La esquina”, me contó que habían conocido a la abogada estirada de Inmobiliaria San Blas, justo la semana anterior al pre infarto de mi padre. Supongo que Marcela Aldunate, se vino a “ensuciar” por estas lejanas tierras de chileno promedio. No dejo de imaginármela con la nariz arriscada y más derecha que el mástil del a bandera.
- Pesada la mujer mijita… llegó como todos los ricachones con plata, imponiendo sus cosas. Nos dijo que era una buena cantidad la que nos ofrecían, que era mucho más dinero del que realmente valían nuestros locales ¿puedes creer eso? Andaba con un cabro jovencito, debe haber sido estudiante en práctica, porque lo trataba como su empleado personal… pobre cabro...
- ¿Qué hicieron ustedes después que les dijo eso?
- Nada… la dejamos hablar y después que se fuera. Una semana después nos llegó la dichosa carta. ¡Uy! Ese día tu papi vino para acá mijita… estaba azul, morado, verde. Le había subido la presión, yo le dije que estaba muy colorado y sudaba como enfermo. Disimuladamente se llevaba una mano al pecho y respiraba raro. Lo mandamos para la casa. Tu hermano nos contó al otro día lo que había pasado. Maldita gente con plata mijita, se ríe de la gente de esfuerzo, de los rotos como nosotros… Vittorino, el de la pizzería dice que firmó la venta con la misma vela seca que nos vino a dar el sermón… dice que le dijo que tenía que darse con una piedra en el pecho porque era plata que jamás había visto en su vida ¿puedes creer lo pedante que era la infeliz?
- Horrible. Algunas personas son así. Ella ha tenido suerte en la vida y no aprovecha de agradecer al mundo. Pero no toda la gente es igual…
- Toda la gente con plata es igual mijita… a los pobres nos miran por encima del hombro… todos estos ricachones son igual de ambiciosos. No se llenan y nos le interesa cómo conseguir las cosas. La cuestión es humillar al pobre... son todos iguales mija, no se engañe...
Cuando volví a la librería me quedé pensando en eso de que toda la gente con plata era igual.
Jeremy no era alguien con plata y me trató con la punta del pie. Jeremy partió siendo una persona de pasar modesto, se esforzó y logró el estatus de vida que ahora tiene. Yo lo conocí cuando comenzaba a tener éxito, y ya por ese entonces era un bastardo, mala clase. Arturo sí que tenía mucho dinero. Lo ha tenido toda su vida. Ha tenido siempre lo mejor. Un buen pasar, un buen vivir, no conoce de apreturas. Me había engañado, me había mentido pero... ¿me había tratado con la punta del pie?, ¿me había mirado por encima del hombro realmente?, ¿se había empeñado en humillarme?...

23:07. Cuando llegué a casa, Polín me estaba esperando con un trago medio raro Una medida de vodka, otra de vermouth y en vez de aceituna le puso algo medio exótico, de origen chino. Bastante bueno quedó el trago.
Hemos conversado de la vida, la muerte, lo humano y lo divino. Me di cuenta que Polín me preparó ese trago para sacarme información. Así que antes de tentarme con la segunda copa, decidí emprender viaje con destino mi cama.
Aunque igual lo que bebí me ha debilitado los recuerdos. Estuve largo rato, tirada sobre la cama, con la vista pegada en el techo y me ha bajado una horrible melancolía. Por lo general, soy una borracha bastante feliz, con gran sentido del humor, pero hoy… hoy me siento muy triste. Tengo ganas de llorar, pero no puedo. Estoy como bloqueada. Tengo pena… mucha pena… y también tengo mucha rabia. Rabia hacia mí, hacia mi entorno, hacia mi mala suerte… rabia…
Eso hace la embriaguez. Despierta las emociones que uno tiene escondidas en el baúl de los recuerdos, en esa caja de Pandora llena de demonios y fantasmas… colmada de dolor... repleta de dudas… ¿por qué?, ¿por qué?, ¿por qué?...

22 de Septiembre

11:34. Las fiestas patrias las pasamos en casa de mis padres. Aunque papá está con bastante buen semblante, la dieta alimenticia lo tiene convertido en un solo pellejo arrugado. Mi mamá lo anima diciendo que ahora está más guapo, como cuando se conocieron. Pero a mi no me gusta ese aspecto. No me logro acostumbrar.
Los últimos chequeos médicos han salido bien. Nos siguen recomendando que evite cualquier estrés. En su caso, podría ser fatal. Me tranquilizo pensando que el estrés más grande lo pasó el día de la famosa llegada de la carta y que ahora la bola se ha echado a correr.

13:09. Me acabo de acordar de algo. Como acá en la librería tengo tanto tiempo libre, me he comprado un cuaderno y lápices para ver si me ocurre qué escribir. He tirado líneas de varias tramas de terror, pero nada me funciona.
Me conformo pensando que al menos lo intento… solo me debe llegar la inspiración…  

16:36. Me llamó Carla. Me ha invitado a una fiesta para este sábado. Le he dicho que no. Me siento cansada, quiero dormir tranquila un rato. Por lo demás, Polín tiene una fiesta mañana. Me preguntó si podía asistir, le he dicho que no creo ya que es una fiesta con sus amigos homosexuales. De hecho ni yo me podría incorporar.
Polín me dijo que podía participar, si me hacía lesbiana. Le he respondido que descubrí que lamentablemente me gustan mucho los hombres. Me declaró que también lo lamenta, porque a él también le gustan mucho… menudo tarado mi hermano.

17:09. Me llamó Berenice. Me dijo que quieren hacer una junta para mañana en un bar del centro. Me ha invitado para no ser tan amargada. Le he dicho que como estoy viendo lo de la librería me queda poco tiempo para dedicarlo a las fiestas o parafernalias similares. Pero que trataría de ir… ok… mentí… en este momento lo único que deseo es ir a dormir. Dormir, dormir y dormir... y ojalá despertar solo para las momentos lindos y felices de la vida...
La cobardía ataca... hace mucho, mucho sueño... yo solo quiero descansar... 

26 de Septiembre

11:57. El fin de semana, fui a visitar a mis padres. Hemos hablado mucho y papá me ha dicho que quiere venir a ver la librería por última vez en estos días. Le pedí a Polín y a Claudio que lo trajeran mañana. Será bueno tener a toda la familia reunida. Me encargaré de comprar vino, jugos y unos canapés. Haremos una especie de fiesta familiar. La última en este lugar. Por eso aún no he querido desarmar nada. Papá tiene que ver su librería como la dejó el último día que la vio.
Ya tengo todo categorizado. Pretendo guardar los libros en las cajas entre el jueves y el viernes. Contraté un camión para que lleve todo a la casa de mis padres. Será duro eso. Será muy triste… me gustaría poder evitarnos ese dolor… pero eso no será posible… 
**************
Siguiente entrega: el próximo año :-D día JUEVES.
Visita:  https://www.facebook.com/Yiyilapeor


lunes, 30 de diciembre de 2013

Día 81

10 de Septiembre

11:25. Ayer me junté con las chicas de mi ex clan. Habían avisado a Jocelyn pero se excusó, había sido invitada a una cena con anterioridad.
Nos juntamos en un local del centro y aunque todas pidieron tragos, yo solo me tomé un jugo. Estoy intentando desintoxicarme… mm… de pronto pensé, que tanto alcohol fluyendo eufórico por mi torrente sanguíneo, me hacía fijarme en el idiota equivocado. Hasta imaginé mis glóbulos rojos en feroz jolgorio por mis venas...
Hablamos de varios temas. Me pusieron al día con algunos cotilleos de la empresa. Me contaron que la Cote las ha visto malas últimamente, ya que ahora sí que ha tenido que ponerse a trabajar. Daniela es presionada por Benjamín (el cual me mandó muchos cariños) y Cristian. Para ellos, mi renuncia se debió a ese “favoritismo” que tenía don Pelmazo por Daniela y en el supuesto “hostigamiento” laboral al que era sometida diariamente por el jefe de la unidad. Al parecer, su reclamo incluso llegó a oídos de Isabel de Witt. Para mí, todo era más y más tonterías.
Me dijeron que estaba cambiada. Más delgada y sin duda con un aura más triste, según Olguita. Peor que la que me quedó después de que Jeremy me dijo que se iba a Argentina con su polola, que ahora es su esposa. Creo que tengo un aura demasiado evidente...
Les dije que lo de papá me tenía así. No me creyeron mucho, para ser honesta, yo tampoco me lo había creído.
No había ambiente. Las quedé mirando… y no sé… tuve esos arrebatos de sinceridad que me dan a veces. Les dije que tenía algunas cosas fuertes que contarles, pero que no me pidieran detalles, porque no me daría el ánimo para entrar en ellos.
Decidí contarles lo de Jeremy y de cómo volví a caer con él. Berenice me retó por cinco largos minutos hasta que las chicas le dijeron que parara, que no había caso de machacarme con un sermón porque ya todo había pasado. Les dije que fui su “amante” por una semana completa, hasta que individuo en cuestión, se dignó a confesarme que se había casado por el civil y que luego se casaría por la iglesia. Las chicas no creían lo estúpida que puedo llegar a ser. Hasta ese minuto, yo estaba muy bien. La historia me salió de corrido, sin interrupciones, ya no me dolía como antes. Me sentía bastante tranquila. Pero cuando las chicas me preguntaron qué me había hecho cambiar, qué me había levantado de esa mala experiencia, que cómo lo había superado… se me quebró la voz. Me costó volver a ser yo. Me dolía la garganta. Recordé a Arturo... me vi en la obligación de tomar un trago de la bebida de Carla. Se me llenaron los ojos de lágrimas, aunque no lloré. Pero me fui para adentro con esa parte de mi vida. No fui capaz de seguir.
Las chicas creyeron que me había puesto así por la historia de Jeremy. Decidí no sacarlas de su error.
El resto de lo que pasó conmigo, lo siento tan mío que no creo que pueda revelarlo algún día… quizás cuando lo supere de verdad, les cuente. Quizás en unos 150 millones de años más...
- El problema tuyo Yiyi – dijo Olguita –, es que vives muchas cosas tu sola. Siempre nosotros nos enteramos de tus historias cuando ya la has pasado muy mal.
- Es verdad… - la apoyó Cristina – quizás si confiaras más, se te daría algún consejo o una opinión. Como mínimo te apoyaríamos en los malos momentos.
- Nosotras somos más viejas… - la interrumpió Berenice -, yo sabía que ese desgraciado había metido su nariz de nuevo en tu vida ¿te acuerdas que te lo dije y que me lo negaste? Recuerdas que te lo advertí aún sin que me lo confirmaras… viste que la experiencia nos ayuda…
- Yiyi – acotó Carla –, a veces yo les cuento cosas mías, de lo que me pasa. No sé, me siento mejor… a parte que me dan su par de consejos que me han ayudado…
- No sé chicas… yo no soy como ustedes… a mi no me salen las cosas hasta el final de los temas. Mientras las vivo, simplemente... no puedo hablar….

18:31. Hoy me traje algunas cosas para el galpón/casa de Polín. Cuando llegué me llevé una agradable sorpresa. Estaban esperándome Marlon y Esteban. Tenían vino, licores y unas pizzas para darme la bienvenida.
Me contaron lo que pasó al día siguiente de la fiesta.
- Eran las 7:00 y estábamos con ataque surtido esperando afuera del salón a que llegaras. No apareciste durante la madrugada y pensamos que te dignarías a llegar temprano. Pero no, eran las 7:30 y de la perla, nada. Me quería dar un tiro – dijo Esteban.
- Y la Carolina. Qué me dices de la pobre Carola. Ya veía que le daban la PLR en la boutique – acotó Marlon abriendo mucho los ojos.
- De pronto – continuó Esteban -, vimos un auto azul oscuro. Parecía blindada la cacharra. Se paró donde estábamos nosotros, y se bajó el mismo chofer que te había venido a buscar. Nos dijo que no podías venir, pero que enviabas todas las cosas para que fueran devueltas y pidió acompañar a Carolina a su trabajo….
- Si… - lo interrumpió Marlon muy emocionado – la Carolina nos contó que cuando llegó al local, la jefa la retó por el atraso y había descubierto lo del vestido. El chofer estaba al teléfono, dice que estaba en pleno reto cuando el caballero le hizo señas a su jefa y le pidió un minuto, ya que tenía a alguien al habla que deseaba conversar con ella. La jefa tomó el celular… y dice que, de la nada se puso pálida. Luego, con el teléfono en la mano, se acercó donde estaba la Carolina y revisó las joyas de la vitrina. Después la jefa la quedó mirando y le dijo “por qué no me dijiste que estas cosas se las pasaste a Arturo Mollins. Te hiciste la comisión del mes, cabrita. Compró los aros de oro blanco con los diamantes”… la Carolina se quería morir de la impresión. Nos dijo que te quería conocer, porque jamás en su vida había hecho semejante venta.
- Que bueno… - dije sin mucho ánimo, tenía esos aros guardados en alguna parte de mi valija – aunque yo pensé que era todo de plata… no creí que tuvieran tanto valor.
- Yiyi… ¿los aros te los compró a ti? – exclamó boquiabierto Esteban.
- Si… fue... según él, una forma de agradecerme que lo acompañara a su fiesta - dije tímidamente. No me hacía mucho bien, recordar aquello. Yo, corriendo por la habitación de huéspedes, Arturo insistiendome que pasáramos esa semana juntos, solos... nada más los dos. Dios...
- ¡Oh! Qué pena que no resultaran las cosas entre ustedes… - replicó algo desinflado Marlon.
- Pero Yiyi, por un par de aros no estás dispuesta a hacer las pases…
- Los había olvidado. Ahora tendré que buscarlos para devolvérselos.
- No seas mal agradecida. Te los regaló, seria un insulto. Si te los pide, pásaselos, aunque se pasaría de tacaño si lo hiciera. Pero no seas tan mala. Polín nos ha contado lo que ha pasado, es terrible lo que hizo. Pero… no sé… ¿no es ser muy cruel? – preguntó Esteban mirando a Marlon.
- Es que si los tiene en su poder, es como decirle que aún lo extraña ¿o no? - le respondió Marlon.
- No se trata de eso… - dije – se trata que no es un buen recuerdo. Me recuerda… me lo recuerda… - en eso me paré y fui al baño. Sintiendo que el corazón se me retorcía en el pecho. Necesitaba respirar…

**********************
Siguiente entrega: MARTES.
No olvides unirte a nuestra página en Facebook. Con solo dar "Clic" en el botón "Me gusta" podrás ser parte de ella y compartir con muchas lectoras más de "La peor de todas" 
https://www.facebook.com/Yiyilapeor

viernes, 27 de diciembre de 2013

Día 80

04 de Septiembre
16:09. Papá tiene bastante mejor semblante. Mamá en su enfermera oficial y la verdad, es que parece disfrutarlo. Yo me he transformado en la chica de los mandados. Mi madre me manda a la feria, al supermercado, a la farmacia, a pagar cuentas, al pan, etc., etc.
Pero pronto cesará mi función. Mamá me ha dicho que tiene confianza en que la salud de papá se re establecerá luego. Me dice ya no tiene miedo a que le suceda algo si ella está fuera. Por lo tanto, me ha dado la orden de volver a mi vida “social”.  
Así que poco a poco he estado re tomando algunas cosas que tenía abandonadas por estos días. Lo primero ha sido revisar mi correo personal. Tenía miles de e-mails sin leer. De las chicas preguntándome que había pasado ese día, Benjamín y Cristian lamentando que me haya ido, Alfonso agradeciendo lo de la tertulia y de querer saber cuándo repetíamos la experiencia, Polín diciéndome que había estado cotizando un lugar en Meiggs que vendía camisetas al por mayor a precios muy buenos, y Claudia D’amico proponiéndome una junta a tomarnos un café.
De todos los correos, este fue el único que respondí. Le dije que podríamos juntarnos el martes. Creo que me hará bien…

18:38. He llamado a Polín para preguntarle si me puede recibir en su galpón. Esto hasta que encuentre trabajo y un departamento para arrendar.
- No seas lesa… te puedes quedar en mi casa todo lo que quieras, hermanita.
- Gracias. Con mamá no sabemos dónde poner los libros. Decidimos guardarlos en mi pieza, hasta que encontremos un nuevo destino. Pero no puedo seguir durmiendo en el sillón y la cama que me pasó Claudio es más incómoda aún…
- ¿Qué piensas hacer con todos esos libros?
- Mm… quizás una buena fogata… no lo sé…
- Yiyi…
- Dale Polín… pregunta… sé que estás atorado por saber…
- Si – podía imaginar a mi copuchento hermano lamiéndose los labios de la pura expectación-. Qué pasó con Arturo Mollins… todo ha estado tan revuelto últimamente…
- Bueno… - había esto bloqueando esos momentos. Los comenzaría a desempolvar, solamente por matar la curiosidad de mi hermano -, debes haberte enterado que me fue bien en la fiesta.
- Si. Marlon y Esteban se mueren… a toda su clientela le han dicho que la chica que nadie conoce, se arregló con ellos. Pero nadie les cree…
- Si, bueno. Me invitó a pasar la semana en su casa y allá estaba cuando me enteré de lo de papá…
- Pero… no pasó nada… ¿nada de nada? – había pasado tanto. Todo había sido tan hermoso, hasta que el velo de la ignorancia calló y la verdad me dio un horrible golpe en pleno rostro. Mentiras, mentiras… todo siempre eran solo mentiras.
- Polín… ese hombre destruyó todas las ilusiones que me quedaban sobre la bondad de los seres humanos. Me quitó más que un departamento y una librería familiar… no quiero volver a hablar de eso. Nunca más en mi vida.
- Está bien, Yiyi – dijo en tono reservado -. Solo quiero que sepas que la hermana me sigue preguntando por ti, tengo un excelente proyecto con ella que se materializará antes de fines de año.
- Estupendo… genial… felicidades...
- Si… cuándo te vienes para acá Yiyi…
- Fin de semana ¿está bien?
- Perfecto. Te esperaré con pizza y te haré un trago que me enseño un pinche que es Barman. Nos emborracharemos y olvidarás todo lo malo- Saldremos de esta hermanita, saldremos… como siempre...
- Si. Besitos, Polín. Y dile a los chicos que son unos genios.

22:57. Berenice me ha llamado. Hemos conversado de varias cosas. Me ha preguntado qué pasa conmigo que he desaparecido de esa forma. Dice que después de lo que pasó el día que fui a la oficina, todo tipo de rumores se comenzaron a tejer.
- Cuando escuchamos que tu hermano le decía a don jefe supremo que no querías hablar, y el jefe insistía en hablar contigo, yo pensé lo peor. No sé… creí que te había acusado por algo, que te habías ofendido y lo estabas demandando. Pero lo primero que se me vino a la mente, fue que te había acosado y tú lo habías denunciado… Yiyi ¿pasó eso?
- No… no pasó eso. Arturo Mollins es un caballero, Berenice. Jamás me puso una mano encima sin mi consentimiento – era verdad. Podía estar odiándolo pero no empañaría su imagen con algo semejante. No, esa no soy yo.
- Qué bien… eso es tranquilizador. Después… pensamos que había sido un problema con el bastardo de Jeremy. El hombre estaba loco de atar. Alegaba a todo pulmón, que cómo te habías ido sin presentar la renuncia con quince días de anticipación. Cuando se enteró que estaba tu abogado, se puso pálido. No volvió en dos días. Supimos por la recepcionista que te estuvo llamando. La esposa del bastardo vino todo el resto de la semana a buscarlo… a esa altura el rumor de acoso era comidillode los pasillos. La Cote dijo que deberías sentirte alagada que alguien te acosara, aunque este fuera Jeremy o tu ex jefe, don Pelmazo…
- Pueblo chico infierno grande ¿eh?
- Uf… si, mujer. Y qué te cuento del jefe supremo. Eran tan fuerte los rumores que tuvieron que hacer una reunión. Isabel dijo que en la carta de renuncia habías dicho que la causa de tu partida era por asuntos personales que tenían que ver con tu desarrollo profesional. Don jefe supremo estaba al lado de ella, se veía horrible. No habló nada, de pronto se llevó una mano a la frente pidió permiso y salió. Isabel terminó la reunión. Dicen que esta semana no vendrá a trabajar. Que se irá fuera del país por un tiempo. Yiyi…
- Dime…
- Me gustaría que pudieras confiar más… mira… siempre me dices que soy mal pensada… pero no puedes negarme que acá todo es muy raro. Si quieres saber lo que pienso: creo que te metiste con Jeremy y que el jefe supremo siente algo por ti ¿dónde tienes la mente en este momento? Eso no lo sé…
- Mi mente… mi mente anda en alguna parte. Berenice, me haces un enorme favor…
- Claro, lo que quieras.
- No me gustó eso que están diciendo que me acosaron y cosas así. Me hace quedar como puta y a Arturo como un caliente de mierda ¿puedes aclarar con tu fabuloso estilo que el jefe supremo es un caballero respetuoso y educado que jamás haría eso con ninguna de sus subordinadas, por favor?
- Está bien… cuándo nos juntaremos a tomarnos algo.
- Mm… no lo sé… ¿Qué tal la semana que sigue?

07 de Septiembre
15:09. Ayer nos reunimos con Claudia. Lo pasé muy bien.
Recordamos nuestros tiempos universitarios, y me enteré del destino de varios de mis ex compañeros. Claudia me dijo que a la única que le había perdido el rastro fue a mí.
Me contó de su matrimonio, su carrera y sus hijos.
Luego tocamos el tema de mi posible libro.
- Te lo juro. He intentado varias veces sentarme a escribir algo, y no me sale nada.
- Es complicado… lo escuchó bastante en mi oficina. Pasa muchísimo… debes mantener la calma. Siempre llega algo.
- Si lo sé, lo he leído. El problema es que no sé siquiera el género que me interesa.
- Eso te lo dará la historia. Lo que nos contabas en la universidad, era una historia de ficción, era de misterio, un poco gótico… ¿no has pensado en ese género?
- He pensado en todos… pero no me sale. Supongo que no tengo nada que comunicar. Dicen que cuando uno tiene algo que decir, debe decirlo. Quizás yo no tengo nada que contar… - dije profundamente defraudada de mi falta de opinión.
- Yo creo que sí… no me trago eso. Yo creo que debes tener calma… esto es así…
- Además la incertidumbre de no saber si la historia gustará…
- Además… la incertidumbre de saber si venderá al menos un ejemplar… si… es complicado. Pero míralo de esta forma… lo editas con un tiraje mínimo, pruebas suerte y te sientes realizada…
- Como dice Aristóteles…
- ¿Qué dice él? 
- Nada… no es tan importante… no sé… yo creo que no tengo pasta… me cuesta demasiado pensar en algo inteligente o entretenido…
- Los escritores escriben de lo que ven. Agarran historias al pasar, por frente a un restaurant de comida rápida, ven que se cae algo y analizan como alguien lo recoge y de allí sale una historia. La moraleja es: escribe de lo que vives, hayas vivido y desees vivir.
Mm… curioso. Siempre he pensado que lo que vivo es bastante plano. Es más bien aburrido lo que llevó de existencia… mm… mi vida no es el mejor de los ejemplos de entretención…
Le conté de Claudia que nos desalojaron del edificio donde tenía la librería. Lo ha lamentado mucho y me dijo que buscara otro local, para continuar con el negocio familiar. Lo he estado analizando y no sería una mala idea.
He estado mirando los avisos de arriendos de locales y departamentos y nada me llama la atención.
Claudio me ha comentado que pronto comenzaran el proceso de la señora Guarello. Me dan ganas de decirle que estoy aburrida de todo eso y que se metan la plata por mejor parte, pero no puedo. No es un monto menor.
La venta del local solo se hará efectiva a fines de mes, cuando desalojemos. Debo ir a la librería para comenzar a empacar todo. Gracias a Olguita conseguí dar con una empresa que hace cajas de embalaje para guardar los libros. Me va a dar pena cuando eso suceda. Hemos pensado en hacer un gran ofertón para deshacernos de algunos libros y revistas que tienen muy poco valor.
Por ahora… seguiré ordenando mis cosas para llevármelas al galpón de Polín este fin de semana…
17:58. Genial… Arturo Mollins no pierde el tiempo. Los programas de farándula han dicho que al parecer está de novio con una Ingeniera Comercial que trabaja en una empresa de Recursos Humanos y que conoció el día de su fiesta. Katherine. Aunque los periodistas no saben su nombre y que no la conoció el día de la fiesta, sino que es nada más ni nada menos que una ex novia. Se ha filtrado todo el curriculum y la profunda alegría que la madre de Arturo dice tener por esta fantástica unión.
Dicen que al parecer han viajado fuera del país. Mm… bien. Son el uno para el otro. Se ven bien. Les saldrán los hijos rubiecitos, de ojos claros y altos, tal como la mamá lo desea.
Como para creer en el gran amor y sufrimiento que Arturo dijo sentir por mi partida.
Por tercera vez en mi vida… fui la puta imbécil de un desgraciado… espero que esta sea la real vencida… 
***************
Siguiente entrega: LUNES.
No olvides unirte a nuestra página en Facebook. Con solo dar "Clic" en el botón "Me gusta" podrás ser parte de ella y compartir con muchas lectoras más de "La peor de todas" 
https://www.facebook.com/Yiyilapeor

jueves, 26 de diciembre de 2013

Día 79

30 de Agosto

8:30. Voy de camino en el metro. Lleno. Me miran un poco feo porque estoy escribiendo y eso parece molestarle a todo mundo.
Ando con unos lentes oscuros gigantescos. No logré pegar un ojo anoche… mm… en realidad si pegué un ojo, pero no sé por cuántos minutos y fue pésimo, un horror. No pretendo sacarme los lentes…

9:01. Estoy en la oficina. Mi hermano me ha dicho que no era necesario que viniese. Le expliqué que para mí, sí es importante hacer acto de presencia, pero que no hablaría. Eso lo dejaba a él. Estoy segura de que si abro la boca, sucederá algo terrible. No me siento capacitada para emitir opiniones, defenderme e incluso atacar a alguien.
- Hermano mío – dije controlando mi angustia, mientras esperábamos ser atendidos en el Hall de las oficinas -. Pase lo que pase, no quiero que jamás me dejes sola ¿me escuchaste?
- Ok – respondió en tono despreocupado.
- Me lo prometes… - insistí.
- Te lo prometo… - Claudio me quedó mirando con aires de sospecha.
En eso aparecieron las chicas que me saludaron afectuosamente. Aproveché de felicitar a Cristina y a Jocelyn por sus merecidos ascensos. Me contaron que por Isabel se habían enterado de lo de papá.
- ¿Por qué no me dijiste que tu papá estaba enfermo ese día que te llamé? - preguntó Carla.
- ¡Ah! me olvidé – mentí -. Tenía tanta cosa en la cabeza…
- ¿Pero está mejor? – preguntó Olguita.
- Si, si… mejor… - el nudo en mis estómago era horroroso.
- Sácate esos lentes, que pareces viuda – dijo Berenice.
- No. estoy bien con ellos. Anoche dormí mal y tengo mala cara...
- ¿Peor que la de siempre? No lo creo... - todas rieron.
- Gabriela… - me llamó Claudio. Acababan de entrar en la sala de reuniones los abogados de Arturo Mollins. Marcela me lanzó una mirada de odio horrible.
- ¿Y ese quién es? - intentó investigar Berenice.
- Mi hermano mayor…
- Y qué hace tu hermano mayor acá… no andará buscando pega ¿verdad? – dijo Cristina divertida.
- Hay un ambiente bastante enrarecido por aquí – no me extrañó ese comentario viniera de Jocelyn.
Justo en ese momento, escuché una voz muy conocida por mí. Me comenzaron tiritar las piernas, las manos, todo. El sudor nació en mi cuero cabelludo y temía gotear con maratonista, sin ser maratonista. No podía verlo… no.
La voz se fue acercando, rápidamente hasta donde estaba con las chicas.
- Buenos días señoras. – dijo Arturo junto a mi. Las chicas lo saludaron alegremente – Señorita Gabriela, me concedería…
- Señor Mollins – esa era la voz de mi bendito e idolatrado hermano mayor- . Mi representada no desea hablar.
- Gabriela… solo te pido cinco minutos – continuó Arturo casi en un susurro. Yo veía cómo las chicas se miraban entre ellas con verdadero estupor.
- Señor Mollins – dijo en tono firme Claudio - ¿podemos pasar a la sala para comenzar la reunión?
- Chicas… - les dije – lo siento, tengo que entrar. Nos vemos después ¿si?
- Gabriela… - dijo Arturo tomándome suavemente de un brazo – solo escucha lo que tengo que decirte. Nada de esto será necesario, solo hablemos y... por favor – Dios, sentía mi corazón hecho carne molida. Logré soltarme y seguir mi camino. Alcancé a ver que Arturo se llevaba una mano a la frente y hacía una venia de despedida a las chicas, que seguían mirando con algo de espanto, toda la escena.
En la sala, estaban mi amigo Mac enano, la abogada estirada, otro tipo que no conocía y al frente mío se había sentando Arturo. Por mi lado, estaba mi hermano y yo, que no me sacaba los lentes oscuros. Le daba un toque dramático a toda la situación. En realidad, pasé casi toda la jornada con los ojos cerrados. Aún si mirarlo, sentía que Arturo no apartaba la vista de mí.
- Bueno… - dijo mi amigo Mac enano – esto será fácil y rápido. Por dónde comenzamos…
- Por la librería – respondió Claudio, mirándome. Acepté.
- Bien… qué ha decidido – dijo la abogada estirada.
- Venderemos – contestó mi hermano. Creo que a él le dolió decir eso tanto como a mí escucharlo – . Por el monto que ofrecen ustedes. Pero requerimos que nos den al menos dos semanas para sacar todo lo que hay en el local.
- Imposible. Tienen hasta el último día hábil de este mes para sacar todas sus cosas – dijo la estirada.
- Marcela – dijo Arturo –, concédeles un mes.
- Pero Arturo…
- Marcela, por favor… - Arturo no dejaba de mirarme.
- Está bien. Arturo les ha dado un mes. Pero ni un día más. No pueden venir acá después a solicitar más tiempo.
- Sigamos con lo del departamento – continuó mi amigo Mac enano con algo pegado en su fea cara, que me pareció que era una sonrisa – ¿apelaran o aceptaran el fallo?
- No apelaremos – dijo mi hermano, otra vez mirándome -. El departamento es del Señor Mollins.
- Gabriela, - intervino Arturo acercándose a mi - no es necesario esto… si tan solo me dieras cinco minutos…
- Señor Mollins, mi representada no desea hablar.
- Arturo ¿qué haces? - le dijo la estirada, como llamándole la atención.
- Gabriela – siguió Arturo sin prestar atención a los abogados - ¿llevarás todo esto hasta el límite? Cinco minutos, por...
- Ya que la señorita Gómez asistió - interrumpió mi amigo Mac enano -, podremos firmar los papeles en este momento.
- Perfecto - dijo Claudio.
Le pasaron un montón de papeles a mi hermano, los cuales revisó rápidamente. Yo solo me armaba de paciencia. Arturo no me sacaba los ojos de encima.
Cuando Claudio dio el visto bueno, me pasó los papeles y un lápiz para que firmara. Yo tenía los ojos tan llenos de lágrimas que apenas podía ver la línea donde tenía que firmar.
Cuando estampara mi firma perdería todo, todo en mi vida. Todo lo que más había amado.
Firma… firma y más firmas. Y mi destino quedó sellado.
La estirada recibió los papeles con el rostro triunfante.
- Es la mejor decisión que pudieron tomar. Es lo más fácil y mejor para todos… pudieron perder todo e irse con una mano por delante y la otra por detrás.
- ¿Fácil? – dije abriendo por primera vez mi boca – Qué sabe usted de tomar decisiones fáciles o difíciles. Qué sabe usted lo qué es lo mejor para todos. En esta mesa hay dos personas que han tenido que decidir por la salud de un ser que aman. No me vengas a hablar de facilidad o lo mejor para todos, cuando lo único que has perdido es la posibilidad de casarte con el millonario de tu jefe… no me escupas tu triunfo en mi cara, ni en la de mi hermano. No toleraré que nos insultes…
- Gabi… - me interrumpió mi hermano tomándome una mano -. Ya está… vamonos…
- Señores… - dijo Arturo – podrían dejarme a solas con la señorita Gabriela… su hermano se puede quedar. Y déjenme esos documentos también.
Salieron todos los abogados a regaña dientes. Marcela se lo había quedado mirando y luego le susurró “No se te ocurra hacer una estupidez, Arturo”. Medianamente, asustados de dejar los papeles recién firmados. Nos quedamos solo los tres.
- Claudio – comenzó -. Te seré honesto. Tengo mucho que explicarle a tu hermana, pero ella se niega a escucharme… No quiero que esto suceda. Nada de esto es necesario, tengo otra solución para toda esta... estup... todo este embrollo. Yo no quiero perder… – se interrumpió y me quedó mirando - Gabriela… - dijo en un tono que solo yo pude escuchar.
- Señor Mollins… - dije con lo que me quedaba de energía. Saqué los papeles que había estado escribiendo durante la noche y se los pasé.
- ¿Qué es esto? – me preguntó.
- Mi carta de renuncia. Hay copias para usted, para Isabel, para…
- No te acepto la renuncia…
- Copias para Jeremy y para don Víctor. Me la acepte o no, me iré igual de esta empresa.
- No puedes irte así como así, Yiyi… no puedes, debes… maldita sea... sentemos a conversar y…
- Arturo… - dije con calma – por lo poco que tuvimos juntos. Solo te quiero pedir una cosa.
- Lo que quieras Yiyi – dijo en tono de súplica -… pídeme lo que quieras y te lo daré…
- Déjame en paz. Aléjate de mi vida…
- No puedo. Haber esperado tanto para que aparecieras y... ahora.. ¿esto? ¿perderte así? - dijo mientras se mordía el labio y se comenzaba a acercar a mí – Yiyi, por favor, hablemos. Solo hablemos una vez más y...
- ¿Todo esto era la sorpresa que me tenías preparada?
- ¿Qué? No... no, no, no... claro, que no...
- ¿Qué más quieres de mí? - dije intentando contener la rabia que sentía.
- Te quiero a ti. Siempre te he querido solo a ti...
- ¿Todo esto ha sido tu forma de demostrarlo?
- Yiyi, eres injusta. Yo...
- ¿No te bastó con quitarme todo?
- Amor, es tuyo... tengo el poder para romper todo este papeleo y todo será tuyo nuevamente...He seguido con esto adelante, para lograr verte e intentar convencerte. No me hablas, no contestas mis llamadas, no sé nada de ti... fue lo único que sentí que podría darme una oportunidad. - por alguna razón mi cabeza no cabía el diálogo, ni la comprensión, solo había preguntas y cuestionamientos.
- Arturo... te acostaste conmigo por una librería y un departamento ¿qué esperas que piense de ti?
- Que te amo...
- Lo siento... - sentí como si un punzón se clavara en medio de mi pecho -, pero me es imposible amar a alguien en quién jamás podré confiar.
No pude contener más las lágrimas. Por mucho esfuerzo que hiciera, un par logró abrirse paso machacando mi ego y rodando pesadamente por mis mejillas.
- Solo quiero ser feliz... - dije bajando la cabeza, a la vez que apretaba los labios para darme algo de fuerza – Estoy cansada, Arturo. Siempre, todo mundo, me pide cinco minutos para explicarme las razones por las me hace las cosas feas que me hace. Pero... ya no quiero más... solo deseo algo de paz. Me siento agotada de que en realidad... nadie me vea y solo se empeñe en aplastarme.
- Yiyi... siempre te he visto. Siempre has estado frente a mis ojos - replicó Arturo mientras seguía su decidido avance hacia mi.
- Solo quiero que me dejes ser feliz... muy lejos de ti...
- Señor Mollins – dijo mi hermano deteniendo el avance de Arturo. Yo me había volteado para que nadie viera cómo seguían cayendo mis lágrimas -. No sé lo que pasó entre usted y mi hermana. Pero creo que debe hacer lo que ella le está pidiendo.
Claudio caminó hacía mi y me tomó de los hombros.
Cuando estuvimos afuera del edificio, sentía mi corazón literalmente partido en dos. No podía sacarme el rostro de Arturo de la cabeza. No existía aire, ni vidas suficientes para volver mi alma a su estado normal.
- ¿Quieres ir a beber algo hermanita?
- No, solo sácame de aquí. Sácame de acá por favor, te lo suplico… - exclamé mientras seguía agradeciendo al cielo a Jackie Kennedy por haber puesto tan de moda, el mejor invento para las tragedias: los lentes oscuros XXL.
***********************
Siguiente entrega: VIERNES.
No olvides unirte a nuestra página en Facebook. Con solo dar "Clic" en el botón "Me gusta" podrás ser parte de ella y compartir con muchas lectoras más de "La peor de todas" 
https://www.facebook.com/Yiyilapeor

martes, 24 de diciembre de 2013

Día 77 y 78

28 de Agosto
15:58. Ayer y hoy he dormido pésimo. Tengo los riñones de amígdalas y la espalda me está matando. Ando con tortícolis. Recién hoy Claudio ha venido instalar la cama que me ofreció. Es una cama de niños, genial. Cuando me acueste la voy a romper con el peso, estoy segura. Pero… a caballo regalado no se le miran los dientes, reza el dicho.
Entre mamá, Claudio, Polín y yo hemos estado discutiendo el futuro de la librería. La decisión de papá, lamentablemente, por su estado de salud la hemos dejado fuera. Por ahora. No me ha gustado marginarlo, pero de verdad que no puede seguir con esto adelante.
Todos están muy indecisos con el asunto. Mañana, cuando vamos a buscar a papá, siento que todos podrán tomar una decisión definitiva.
- ¿Y qué harás con lo del departamento? – me preguntó Claudio.
- Estoy pensando…
- Ayer me llamó la hermana de Arturo Mollins – dijo Polín -. Me preguntó por papá y por ti. Oigan… ustedes no se enojan si continúo teniendo contacto con esa familia ¿verdad?
- Dale no más, traidor – replicó Claudio –. Mira todo lo que nos han hecho, y tienes la care’ raja de seguir en negocios con ellos…
- No te pido que lo comprendas, hermanito. Pero lo mío es arte… no soy un respetado abogado. Nosotros, los artistas, tenemos cara de hereje…
- Si poh te tiran unas lucas y te entregas entero…
- Ya, paren con la tontera – dije cuando me dio una puntada en la sien -. Sigue con lo tuyo Polín. Tu, no te metas Claudio. Magdalena, es buena persona. Son carriles diferentes…
- Gracias… - “vendido”, escuché que le susurraba Claudio a espaldas mías, cuando fue por más pan – Yiyi, la hermana de Arturo Mollins me ha dicho que no le contestas del teléfono y que necesita hablar contigo. Me dijo que su hermano, estaba muy mal con todo lo que ha pasado. Me preguntó que si había una posibilidad de conversar en territorio neutral.
- Si te llama de nuevo, dile que dije yo, que era mejor que los hermanos no se metieran en el asunto ¿te llega, Polín?
- Si… pero es…
- Nada. Los quiero fuera ¿quieres que me meta en los negocios de ustedes?
- No, pero…
- Perfecto… manténganse fuera… Magdalena es encantadora. Mi problema es con su hermano.
- Está bien… aunque…
- Polín… - dije entre dientes.
- Ok, ok… solo decía…

18:23. Mi madre ha pasado toda la tarde arreglando y limpiando la pieza que comparte con papá. La veo más iluminada, eso me alegra mucho. Debe haberla pasado muy mal ese día que papá comenzó con los malestares. Pensar que me llamó y a esa hora yo estaba con la cabeza en la almohada de su verdugo, pensando en soñar con él y deseando que él soñara conmigo. Que gran idiota puedo llegar a ser.
Estaba mirando el piso, al levantar la vista y mi madre me sonreía.
- Hija mía… tienes carita de pena…
- No mami… estoy cansada, eso es todo. Me siento feliz porque papá volverá.
- No hija… yo sé que tienes mucha pena. Lo veo en tus ojos. ¿No quieres hablarlo?
- Mm… no es que no quiera, mamá… es que… no me salen las palabras…
- Si… siempre fuiste igual. De niña, tampoco llorabas, las únicas veces que te vi llorar fue cuando te boté ese oso pulgoso que tenías y cuando Pablo quedó hospitalizado por la apendicitis. Lo que sea que te suceda hija… va a pasar.
- Mamá…
- Dime, hija…
- Alguna vez… papá, te hizo algo muy, muy malo. Algo tan malo que pensaras en jamás perdonarlo.
- Solo la vez que me engañó. Pero cuando amas a alguien, Gabriela, puedes perdonar muchas cosas…
- Y… ¿cómo se siente cuando se ama a alguien?
- Pues… no lo sé…
- ¿Cómo supiste que amabas a papá?
- ¡Ah!... no lo sé… tu papá me hacía reír, era atento, muy guapo de más joven. Con una mirada sabíamos lo que queríamos. Muchas veces me dijeron que me querían, pero tu padre me flechó el corazón cuando me lo dijo. Era su mirada, su cabello, lo fue todo. Cuando nos quedamos mirando y nos besamos por primera vez, supe que sería el hombre de mi vida. Pero creo… mm… creo que cuando me engañó, me di cuenta de verdad de cuánto lo amaba ¿extraño? ¿verdad?... creo que cuando uno siente en su corazón que esa persona haga lo que haga siempre seguirá allí, estás enamorado. Es un dolor muy diferente el que se siente cuando alguien que amas te hiere… es muy distinto. El verdadero amor es extraño… te ilumina o te apaga completamente. Dejas de ser el mismo… eso sentí el día que tu padre tuvo ese pre – infarto… me puse a pensar ¿y ahora qué hago sin él al lado mío?... vivir… pero no es lo mismo. Se te muere una parte… ¿Estás enamorada, hija?
- Mami… no lo sé… solo sé… que siento un frío terrible en mi corazón… un dolor espantoso, aquí, en mi pecho…. Es un dolor que jamás había sentido en mi vida…

29 de Agosto
8:47. Acabo de llamar a Isabel de Witt. Le comuniqué que no podré ir a trabajar, porque mi padre sufrió un accidente la semana pasada, y que hoy le darán el alta. Así que tengo que ir a buscarlo.
Me ha dicho que me tome el tiempo que sea necesario. Le agradecí su compresión y colgué… ahora me voy a levantar para acompañar a mamá al hospital. Iremos solo las dos.

15:09. Papá llegó. Está mejor, aunque tiene la típica cara de cansancio del enfermo. Es raro, pero enfermarse es realmente agotador. El desgaste físico es impresionante.
Dice que está feliz por estar en su casa, en su cama, con su familia. Los médicos le han dado una dieta especial, así que mi madre me ha mandado al supermercado a comprar. Será… voy, antes de que me ataque la pereza…

20:17. Ir al supermercado es horrible. Está siempre lleno de gente, muchos carros, niños corriendo por todos lados, cajeras estresadas, y guardias que miran con cara de sospechoso a todo el que entra con ropas más anchas de lo normal.
Mm… teléfono...

21:04. Era Claudio. Me llamó para avisarme que mañana es la reunión en la oficina de Arturo Mollins y que debo darle la respuesta. Si apelaremos o si dejaremos todo como está.
Me ha preguntado si acaso voy a ir a la reunión o dejaré que él sea mi vocero. Le dije que eso aún no lo sabía, que si podía comunicárselo mañana. A regaña dientes me ha dicho que si. Me ha dado todo un discurso de lo que él hace y no hace en estos casos… fue muy aburrido, estuve apunto de cortarle. Mi hermano mayor se las da de catedrático…

22:38. Puse la radio un rato y sonó un tema de Celine Dion “The Power of love”… la voz de esa mujer es espectacular. Tiene tremendos pulmones, cuerdas vocales y no sé que más se usa para cantar como ella lo hace.
Mientras canta, no puedo de dejar de pensar que yo tengo cero poder de amor.
Mm… segundo tema romántico para pegarme puñaladas… mejor voy a apagar la radio…

23:17. Llevó horas con el computador encendido. Necesito redactar algo con urgencia y no me salen las palabras. No sé por dónde comenzar. No sé como decir lo que estoy pensando… mm… No sé qué diablos estoy pensando.
Solo sé que a partir de mañana… mi vida será muy distinta a lo que llevo vivido. Después de lo que suceda, tendré que tomar otra serie de decisiones. Quizás las vacaciones sí han hecho que mi mundo cambie después de todo…
Creo que ya sé lo que voy a escribir. Me llegó una breve iluminación. Después me iré a dormir… será una larga jornada la de mañana… larga y presiento que muy dura también...
**********************
AVISO: les informo que la publicación del día miércoles será suspendida. Publicaré nuevas entregas los días jueves y viernes
De paso quiero desearles a todas unas hermosas fiestas navideñas. Junto a su familia y seres queridos. Sé que la novela la leen desde muchas partes del mundo, así que a la distancia, les doy un abrazo apretadísimo, besos cordiales y mis mejores deseos para estas fechas tan hermosas y sensibles. 
Saludos llenos de amor a todas las amigas de Uruguay, Venezuela, Honduras, Bolivia, República Dominicana, Panamá, Ecuador, El Salvador, Paraguay, Guatemala, Puerto Rico, Costa Rica, Colombia, Estados Unidos, Perú, Argentina, España, México y mi querido y amado país, Chile.  Que día a día, me han hecho crecer, me han acompañado en la aventura, me han dado la oportunidad de entrar en su imaginación y han apreciado mi arte, mi aventura. 
Agradecida a todas y cada una... sin lugar a dudas, este es el mejor regalo de navidad que he recibido: la posibilidad de conocerlas, de conocernos a través de la literatura. 
Bss...
Yiyi...