lunes, 2 de diciembre de 2013

Capítulo 68

 11 de Agosto

23:07. ¡Éxito total! El evento estuvo magnífico. Todo resultó de mil maravillas. Soy una fantástica anfitriona. Lo declaro con mucha humildad.
Alfonso estaba más nervioso que yo con todo el asunto. Cuando llegué al lugar de la reunión estaba comiéndose las uñas de lo nervioso que estaba. Me dijo que había invitado a su jefe.
Le pregunté que cómo le había ido con mi petición de último minuto. Me respondió que bien, que se había contactado con tres personas que estuvieron encantadas con la invitación y se habían comprometido a asistir. Le pedí que me los presentara a penas llegaran.
Yo tenía un poco de frío. Me había logrado comprar un vestido muy bonito para la ocasión en el Eurocentro. Era un vestido negro, con cuello alto, mangas largas y se ajustaba discretamente a mi cuerpo. No era nada sexy, pero si muy elegante. Me puse mis botas largas y pantis negras. Me tome el pelo en una coleta baja.
El grupo musical llegó un poquito tarde, pero fue solo un detalle insignificante. Alfonso casi se comió las mangas de su chaqueta a medida que corría el tiempo y los músicos no arribaban.
A las 19:00 en punto la gente comenzó a hacerse presente. Yo ponía atención hacia la puerta, para ver si Arturo aparecía. No conservaba mucha esperanza ya que casi nunca llega al departamento antes de las 20:00. Y además, me había advertido que quizás no podría asistir.
Alfonso me presentó a las tres personas que eran especialistas en mitología. Una antropóloga, un sociólogo experto en folclore y un profesor de antropología experto en tradiciones.
Pasadas las 20:00 horas vi a Arturo aparecer por la puerta. Lo noté algo incómodo. El lugar estaba lleno de gente. Después que empujé a varias personas, al fin logré llegar donde él estaba de pie, con cara de “¿qué hago acá?”. Nos saludamos de beso en la mejilla y nos quedamos mirando un rato. Le pedí que me pasara su abrigo y bolso para ir a guardarlo junto a mis cosas. Cuando volví, tenía las manos en los bolsillos y estudiaba la panorámica del lugar.
-          ¿Ves que nadie te mira? ¿ves a que a nadie le interesa tu presencia? – le dije.
-          Así veo – me respondió. Todo el mundo estaba enfrascado en discusiones intelectuales o en comentar los libros que habían estado leyendo y las últimas publicaciones del mercado editorial.
-          Acompáñame – le dije cuando divisé al grupo de individuos que eran de mi interés – quiero que conozcas a unas personas – al llegar, junto al grupo, le presenté a los tres expertos en mitología que le pedí a Alfonso me consiguiera.
Cuando lo vi enfrascado en la conversación, me retiré disimuladamente. El resto de la jornada lo dejé solo. Lo veía reír, totalmente abstraído en la conversación que tenía con el grupo que le había presentado. Estaba muy concentrado, pero cada cierto tanto miraba hacia donde me encontraba y me sonreía. Yo le hacia muecas y lo instaba a conversar con más personas.
Cuando todo terminó, su semblante era muy diferente al que había visto cuando llegó. Estaba mucho más relajado. Nos sentamos en unas sillas que estaban cerca del ventanal y nos bebimos el resto de una botella de vino.
-          ¿Cómo lo has pasado? – le pregunté.
-          De maravilla. Me ha encantado esto…
-          Ves que tenía razón… a nadie le importa quién eres, sino tan solo conversar y pasar un momento agradable con una copa, en lo posible, siempre llena de un rico vino.
-          Es verdad, es verdad… te lo agradezco mucho… ha sido una maravillosa invitación.
-          Por nada…
-          ¿Cómo sabías que me gustaba la Mitología…?
-          ¡Ah! tengo un par de poderes extra sensoriales por ahí…
-          Gabriela, no puedes imaginarte lo mucho que me gustas - me dijo en un arrebato. ¿Cómo logra siempre nublarme la mente? Intenté decir las menos brutalidades que pude. Pero estaba muy segura que diría alguna tontera que me dejaría en evidencia.
-          Aún, así… con lo que te gusto… no quieres besarme – dije mientras lo miraba a través de la copa.
-          Asume, que con lo que yo te gusto… podrías dármelo tu a mí - ¡ah! Claro, así de evidente soy. Maldita sea - . Sería interesante verte robándome ese beso… me haría poco de rogar. Lo juro.
-          No quiero castrar tu hombría… - Arturo se ha largado a reír con tanto ánimo, que me contagió el humor. Cuando la tentación de risa se le pasó, me quedó mirando. Se puso de pie, cogió su silla y la puso enfrente de mí. Se sentó, nuevamente, y tomó una de mis manos entre las suyas.
-          No quiero que te sientas presionada a nada. Tampoco deseo arruinarte la noche con mi torpe declaración. Pero… en serio… me gustas muchísimo.
-          Arturo… yo…
-          Lo sé… lo sé… no te pido que sientas lo mismo por mí ahora. Solo que… quiero que lo analices el tiempo que necesites. No soy estúpido. Tenemos un abismo de problemas entre nosotros. También sé que vienes saliendo de una relación que te dejó muy mal. Que te dejó llena de dudas y desconfianza. Pero… - dijo mientras apretaba sus labios-, es solo… que contigo… me siento muy bien. Tenía que decírtelo. No quiero salir de tu vida, sin haberlo intentado al menos… – el vino podía hacer cosas maravillosas a veces. Por ejemplo apretarme el pecho de la pura emoción -. Lo del beso y el de ser tu novio o lo que me falta para serlo… es solo para coquetearte, para que juguemos un poco. Me gusta eso de ti. Pero, justo en esta parte, es cuando te hablo con la mayor de las seriedades: quiero que entiendas, que en lo profundo, para mí no es un juego, no eres una aventurilla, no eres cualquier chica, no eres una mujer más. Tú me encantas y deseo intentar algo de verdad contigo. Quiero que logres confiar en mí. Que creas verdaderamente en mí. No todos los hombres son como Jeremy. Algunos… sabemos lo que queremos y nos la jugamos en serio por quien amamos…
Yo estaba paralizada. Las palabras de Arturo eran peores que el beso que tanto le reclamaba. Me miraba directo a los ojos. No había duda, ambivalencia o hipocresía en sus frases. No eran una broma. Arturo hablaba realmente en serio. De verdad Arturo estaba viendo cosas en mí, que ni yo sé que existen.
-          En esta parte me das el beso – dijo con una enorme sonrisa.
-          Yo… - dije controlando un ridículo gallito que me salió. Carraspeé un poco y tragué saliva con dificultad -. Yo, ya te dije que no quería pasar a llevar tu hombría.
Después de eso… fuimos por nuestras cosas y tomamos un taxi, en el camino conversamos sobre la tertulia y los temas que habíamos tratado cada uno con alguno de los invitados.
Una vez en el departamento, antes de cortar cada uno a su habitación, nos quedamos mirando un buen rato. Arturo me tenía tomada por la cintura, me había besado en la mejilla mientras me decía “Nos vemos mañana, bonita”. Yo, le había puesto mis manos sobre sus hombros y empinándome le devolví el beso con uno en la comisura de sus labios. Nos sonreímos y cada uno entró a su pieza.
Han pasado muchas horas. Estoy acostada escribiendo. Absolutamente idiotizada con toda esta situación. Anoche no hubo coqueteos, ni juegos seductores, tampoco miradas nerviosas, ni nada. Las palabras de Arturo Mollins fueron sin lugar a dudas, la caricia más hermosa que alguien le pudo hacer a mi corazón… había sido una noche… realmente maravillosa.
Deseaba ser besada, pero no con tanta locura. Quería una noche de sexo desenfrenada, pero no con tanta demencia. Lo quiero a él, completo. Con sus conversaciones, sus palabras, sus miradas. No solo su cuerpo. Quiero a Arturo Mollins cerca, porque me hace feliz de solo saber que existe para mí.

Vino… charlas… y un hombre increíble, confiándome sus más puros e íntimos sentimientos hacia mi… Arturo Mollins no podría lograr imaginarse jamás lo feliz que me ha hecho desde anoche… 

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Siguiente entrega: MARTES.
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3 comentarios:

  1. Ahhhhhhhhhhhhhh!!!! No puede ser mas bello!! Es un tierno total....que hombre!! ¿Qué esperas Yiyi para robarle ese beso? Un beso? Nooooo.....un montón de besos!!

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  2. me encanto,me encanto,me encantoooooo,cada dia este hombre me enamora massss ...graciassss por tan lindo captulo!!! besotessssssssssssssss

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  3. POR DEOS....AMO A ARTURO MOLLINS...
    por que rayos es tan encantador ???
    En fin, ya no importa...
    VIERNES VEN PRONTO QUE AL FIN LA BOBA DE YIYI YA ENTENDIO QUE ESTA ENAMORADA DE ARTURO Y TIENE QUE BESARLO...Y decirle que quiere ser su novia...OH SII !!!!!!! ♥
    Besos reyna...fue un lindo capitulo y como siempre nos dejas con ganas de mas ;)

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