21 de Agosto
Esta
ha sido sin duda, la experiencia más bizarra de toda mi vida.
Si
mi padre se enterará de dónde estoy, no me hablaría nunca más en su vida.
Pero
creo que debo comenzar por el principio.
El
viernes, el mismo día de la fiesta me tomé un sumo de agua del Carmen al seco,
para lograr tranquilizarme un poco. En serio que tenía pánico.
A
eso de las 16:00 los chicos me estarían esperando en su salón de belleza.
Cuando
llegué me felicitaron por mi ocurrencia de la depilación. Aunque sumaron un
dilema, que no tenía contemplado ni en mis peores pesadillas.
-
Supongo – dijo Marlon
– que fue depilación completa.
-
Si – respondí con
orgullo – pierna entera.
-
No, no – replicó Esteban
– Depilación completa, no es toda la
pierna. Es el body completo. – mi cara
de signo de interrogación debió ser muy evidente, ya que Polín añadió.
-
Todo el cuerpo,
hermanita. – mi cara debió haber continuado siendo una pasa arrugada por la
duda, ya que Marlon, bastante exasperado, me dijo.
-
O sea… ¿te depilaste la chiquilina?
Ok.
Código de estilistas con mucha confianza con sus clientas. La última vez que
escuché eso, fue en la mesa, en hora de colación, con mis amigas las secuaces de siempre. Hablaban, con mucho
detalle de la depilación, por allá abajo. De lo dolorosa que era la primera
depilada, pero lo fresca que quedabas. En serio…. No es conversación para la
hora de colación.
-
No – dije intentando
recomponer mi rostro.
-
No, no pues… -
exclamó Esteban cruzándose se brazos – no puedes ir con una jungla. Pésimo,
perdería todo el lujo. Partiste donde la señora Francesca, la depiladora colombiana
de acá al lado y te haces la brasileña.
-
¿Me hago una qué…?
-
Tendrás que quedar
como bebita…
-
¿Me van a qué…?
-
Polín y Marlon,
acompañen la Dama de las cavernas. Yo
iré adelantando las cosas por acá.
Me agarraron de un brazo y me llevaron al local de
depilación de la famosa Francesca. Una mujer con el maquillaje y las uñas más
perfectas que hubiese visto en mi vida.
La habría apreciado más, si no fuese por la tortura a
la que fui sometida. Fue un tirón… pero ha sido el tirón más doloroso de mi
peluda vida. Los otros tirones casi me pusieron camisas de fuerza para lograr
su cometido.: dejarme como bebe. Pero bastante más irritada…
Cuando
ya todo eso hubo terminado, me llevaron a andas hasta el Salón. Ellos se reían
y yo aún tenía los ojos colorados por el llanto que me salía frente a cada
maldito tirón.
Juré… que esos tres infelices me las pagarían. En serio
los haré pagar muy caro.
Me
sentaron en un sillón y vino la parte más compleja de todo el asunto. Yo sabía
que ese momento llegaría… tarde o temprano…
-
Yiyi, ahora
cuéntanos qué tipo de fiestas es – me preguntó Esteban como un connotado
médico.
-
¿Cómo que qué tipo
de fiesta es? Una fiesta como cualquier otra.
-
No. una fiesta de
matrimonio, no es lo mismo que una de bautizo de adulto, tampoco una de socialité y menos una de gala… a cada
una van diferentes tipos de invitados.
-
Y eso ¿qué
importancia tiene? – repliqué.
-
Lindura… importa
mucho, porque según cómo te vistas o te maquilles, es el efecto que provocarás ¿Qué
no escuchaste nada de lo que te dijimos el otro día? – dijo Marlon.
-
No sé por qué no
nos dices. Ni que la Bolocco te hubiese invitado a un desfile – acotó Esteban
riéndose.
En
eso Polín encendió la tele. Estaban mostrando justo un despacho en directo
desde la casa de Arturo Mollins, donde se realizaría la fiesta.
-
¡Uy! ¡Esa fiesta
debe ser fabulosa!- suspiró mi hermano.
-
¿Ves? Por ejemplo,
para ir allí no te podríamos maquillar con cualquier cosa vulgar. Tendríamos
que usar nuestras últimas tecnologías en estuco
facial, para que te dure, para que impactes y para que estés a la altura de
todas esas pechugonas llenas de botox que asistirán.
En
eso comenzó a hablar un periodista “… según
nos informan nuestras fuentes más cercanas, 180 son los invitados formales y
tres los invitados especiales. Hay un gran misterio en esos nombres. Se dice
que son personas muy íntimas y muy cercanas al propio festejado”, el otro
periodista le preguntó si sabían si había alguna mujer dentro de esos
invitados. Suerte la mía… no sabían nada. ¡Fiuj!
-
¡Uf! Bueno
hermanita…. Suelta, dónde es la fiestecita hoy, para comenzar de una vez – esto
era muy duro.
Quizás
los chicos estuvieran exagerando con lo de un simple maquillaje. Pero… ¿y si
tenían razón? ¿Y si estaba en plena fiesta y me comenzaba a derretir?
Los
tres me miraban, y sentía que escudriñaban en mi cerebro. Estaba en un gran
conflicto interno. ¿Hablar o no hablar?, ¿decir la verdad o continuar ocultándola?
-
Ok - dije
finalmente -… mm… supongamos que… pero solo es un supuesto ¿bueno? Que necesito
que usen todas las últimas tecnologías para arreglarme y… dejarme bonita…
-
Mm… eso te saldría
muy, muy caro – dijo Marlon.
-
Ya… entiendo…
supongamos que de verdad necesite todo eso ¿lo pueden hacer?
-
Hermanita… qué es
lo que nos estás ocultando. Y no me mientas porque tú no sabes mentir, sí que
sabes ocultar muy bien, pero no mentir – dijo Polín. Diablos ¿qué hacer?
-
Ok… qué pasaría si…
por esas cosas de la vida, mi fiesta fuera esa de la que están hablando en la
tele…. – dije. Esteban se puso pálido, Marlon se sentó en una silla cercana y
Polín me miraba como si estuviera maldita.
-
Muestra la
entrada... haremos todo eso que nos pides y gratis – dijo Marlon.
-
No tengo entrada –
respondí.
-
¡Ajá!... ¡Mientes!
Todos esos invitados deben llegar con una entrada, sino no los dejaran entrar –
replicó muy entusiasta.
-
Pero esas entradas
las envió la mamá de Arturo, y a mi no me invitó su madre.
-
¿Escucharon lo que
dijo? ¿escucharon lo mismo que mis oídos? ¿escucharon que le dijo “Arturo” como
si lo conociera de toda su vida? – dijo Esteban con cara de miedo.
-
Hermanita… somos un
trío muy sensible… te pido, por lo que más quieras, que no te rías con algo tan importante…
-
No me río de
ustedes… - dije muy seria.
-
¿Quién te invitó,
Yiyi? – dijo Marlon. Dios, estaba punto de revelar mi secreto y no sabía si
caería en buenas manos.
-
Pues… mm… a mi me
invitó el festejado.
-
¡Ave María
santísima! – susurró Esteban - ¿estará delirando?
-
¿Dices que te
invitó el propio Arturo Mollins?
-
Si…
-
¿Y cómo…?
-
Me llamó, se puso
frente a mí y me pidió que lo acompañara – noté que ellos esperaban algo más -. Es mi jefe y tengo un problema judicial con
él por la compra de mi departamento. Llevamos casi dos meses viviendo bajo el
mismo techo. – lancé. Ya estaba todo hecho, todo ya estaba dicho. Bueno… casi
todo… la declaración de sentimientos de Arturo no saldría a la luz, ni en ese,
ni en otro momento.
-
¡¿QUÉ?! –
vociferaron los tres al unísono.
-
¿Y cuándo me lo
pensabas contar? – dijo en tono herido mi hermano.
-
Si él no me hubiese
invitado a la fiesta… probablemente jamás, Polín.
-
Tu hermana tiene
serios problemas de confianza – sentenció Marlon.
-
Yegua infeliz – me
dijo Esteban – ¿te das cuenta que tu podrías ser una seria candidata a ser su
novia?
-
Si… o sea, no, en
realidad no lo sé. Chicos… solo sé que él me pidió que lo acompañara hoy y que
necesito estar allá antes de las 22:00 ¿me van a ayudar o no?
Los
tres se quedaron mirando. Mi hermano parecía ser el que estaba más dolido. Creo
que se sentía traicionado por mi falta de confianza. Aunque él dijo que yo no
sabía mentir, pero si ocultar. A mi tampoco me gustó hacerlo. Es mi hermano y
toda mi vida ha sido mi gran confidente. Me sentí terrible de verlo tan triste
y dolido. Me sentí como una puerca traicionera.
-
Yiyi – dijo de
pronto Esteban. Le habían vuelto los colores y se ponía de pie ante mí –, No
estás mintiendo, lo sé. Y lo sé, porque a tu manera eres bastante inocente y
honesta. Yo te adoro, pequeña brutela
y te prometo por mi propia madre que hoy serás la más bella de toda esa fiesta.
Así tenga que volverme Heterosexual,
para cumplirlo. Lo juro.
Los
chicos se me acercaron y en susurros, llenos de buena voluntad me prometieron
hacer maravillas conmigo. Comenzaron a hacer sus cosas con una maestría que me
dejó alucinada. Se esmeraron muchísimo. El resultado sería… bueno… sería…
diferente al esperado por mí…
Yo,
en el camino a convertirme en una “Mi bella dama” del siglo XXI, me llevé
varias desilusiones. Para empezar, los zapatos eran con un terrible taco aguja
y plataforma, por más que les insistí que no quería nada con esas características.
Crecía 10 cm. Pero caminaba como si llevara dos ladrillos amarrados a los pies.
Luego
nos pusimos a pelear por las joyas que me pondría. Había una hermosa esclava de
plata en forma de serpiente, que me negué rotundamente a no usar. Era demasiado chic,
era muy yo.
Y
luego el vestido. El vestido no era como prácticamente les exigí que fuese. Se
notó que mis parámetros se los pasaron por mejor parte… El vestido no era
negro, sino gris. Y para rematarlo con un hombro descubierto. El vestido era
realmente una maravilla, pero no era lo que deseaba.
-
Me voy a ver
horrible – chillé muy angustiada -. Me sentiré incómoda vestida así. No me
hallo… esa no soy yo. No es mi estilo, andaré mal…
-
Yiyi… es la pura
falta de costumbre – intercedió Polín para intentar calmar el ataque de
histeria que estaba a punto de darme -. Cuando te pongas todo esto, te hagamos
el moño alto y te veas maquillada… nos darás la razón.
-
No quiero moño
alto… quiero mi cabello suelto.
-
No, no puedes. Con
un moño te verás más alta y distinguida.
-
No… hoy llevaré mi
cabello suelto.
-
Pero Yiyi, para
estas fiestas se recomienda ir con el pelo tomado. Se ve todo más formal.
-
No, dije. Me pasan
zapatos con los que dudo pueda dar dos pasos, el color del vestido no es como
el que les pedí, la forma tampoco. O sea, mis peticiones no valieron de nada.
Al menos dejen que elija cómo llevar mí
pelo.
Los
tres se miraron y aunque acataron mi petición, me gané varios retos y tirones.
La
petición del pelo suelto, era más que lógica. Yo, quería darle en el gusto al
quien me había invitado, aunque me viera fatal con todo lo que pondrían encima.
Al Festejado… le gustaba mi cabello… y mi estatura… al festejado le gustaba
tal cual yo era…
(Continuará...)
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Siguiente entrega: LUNES.
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NO PUEDE SER!!!!!!!!!!! Yiyi me va a dar un síncope, como me dejas así...... a la puerta del horno. Si llego al lunes sin un infarto..... claro que llego al lunes, tengo que llegar, sin uñas pero de que llego, llego.
ResponderEliminarAaaaaaaaaaaaaaaaawwwwwwwww mueroooooooo ya quiero q sea lunes .... yiyi y Meche muchas muchas muchisikas gracias por alegrarme mi viernes. Como todos lod siasdesde q descubri el blog es mi rutina diaria.
ResponderEliminarBesitos y nos leemos el.lunes ayiyi te veras estupenda
pero yiyi como me dejas asi esto no se ace y asta el lunes nada por dios espero compensacion con un capitulo super largoooo
ResponderEliminarWOW!!!! me encanto doble capitulo aunque es una tortura esperar hasta el lunes para saber mas, ademas esos tres mosqueteros son unos maestros Yiyi vas a quedar espectacular
ResponderEliminarGracias Meche por este maravilloso viernes :D
Me encanta, yo tengo una q nadie lee ;( ;( :( :( :( :( :( :( :(( :( :(( :( :( :( :( :(
ResponderEliminarPORfii leerla: http://www.wattpad.com/31680424-i%27m-not-perfect
QUE EMOCION !!!!!!!!!
ResponderEliminarYa quiero sber que paasa en la fiesta :D